La Casa Real es víctima del hackeo de sus redes sociales según han revelado fuentes de Zarzuela a los medios
Hoy en día, cualquiera puede ser víctima de un hackeo: un ciudadano de a pie, una gran empresa, una PYME o, incluso, la Casa Real de un país. De hecho, este pasado fin de semana fuimos testigos de un ciberataque a la cuenta que la Casa Real Española posee en Twitter. El hackeo, cuyo origen se desconoce, tenía como objetivo manipular el perfil social para, curiosamente, seguir a la cuenta del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. A estas alturas, no hace falta mencionar ya el conflicto que mantienen el país mencionado y Rusia, su vecino. Un conflicto que se prolonga ya tres semanas, y que ha provocado destrucción, éxodo de ciudadanos ucranianos, y muertes en ambos bandos tanto de civiles como de militares. Además, ha generado un incremento de los ciberataques. Situación de incertidumbre total. La Casa Real es víctima del hackeo de sus redes sociales.
A pesar del hackeo, este no ha durado mucho ya que la intromisión fue detectada en un corto espacio de tiempo. Tras descubrirlo, fue subsanado y la cuenta volvió a la normalidad. Fuentes de Zarzuela fueron las encargadas de confirmar el hackeo de la cuenta; también de la posterior rectificación. A pesar de lo «cómico» de la situación, si nos paramos a analizar la situación con frialdad, esto podría haber provocado un conflicto diplomático (otro más en realidad) entre Rusia y España. Nuestro país es uno de los que ha ejecutado una serie de sanciones contra Rusia por el inicio de la guerra contra Ucrania. Si bien es cierto que el posicionamiento de ciertos organismos es claro, hay que tener cuidado con los movimientos, publicaciones o declaraciones que se realizan. Cualquier desliz podría provocar un empeoramiento de la situación actual a nivel comercial, la cual no es precisamente positiva.
Los ciberataques aumentan tras el inicio del conflicto
La guerra entre Ucrania y Rusia ha dado el salto al ciberespacio. La lucha ya no se lleva a cabo en tierra, mar o aire, sino también en las redes. Un ciberataque bien ejecutado puede poner en serio riesgo a todo un país, especialmente si tiene como objetivo las infraestructuras críticas. En estos últimos años está siendo muy común atacar a empresas eléctricas, petroleras, gasoductos y otras que provean de servicios esenciales. Poner en jaque a una o varias de estas empresas, supone sumir a un país concreto en un caos difícil de controlar. Y si el país en cuestión se encuentra inmerso en un conflicto bélico, la situación podría ser insostenible. No solo minas la credibilidad de un gobierno y sus administraciones, sino también la moral de una ciudadanía, quien ve cómo sus líderes elegidos no son capaces de enfrentarse a la situación.