El ransomware se consolida como una de las mayores amenazas para gobiernos, empresas y ciudadanos. Según el último informe Anual de Ransomware 2025 de Zscaler, Inc., empresa de seguridad en la nube, los ataques de ransomware no dejan de crecer en todo el mundo, y España se ha convertido en uno de los países europeos con mayor incremento: en 2025 se registraron 134 ataques frente a 62 en 2024, lo que supone un aumento de más del 116% en solo doce meses. Actualmente, España representa cerca del 2% de todos los ataques globales, situándose en el top 15 de países más afectados.
En este contexto, Reino Unido ha lanzado una propuesta: combatir el ransomware mediante la prohibición de pagos por parte de las empresas del sector público y las infraestructuras críticas. La iniciativa busca debilitar el modelo de negocio de los ciberdelincuentes y reducir el impacto de los ataques más dañinos, cortando el flujo de dinero que alimenta a las bandas de ransomware.
En este contexto, la propuesta británica se perfila como un modelo a seguir por otros países europeos:
- Prohibición de pagos en el sector público y operadores críticos para evitar que los fondos de las instituciones acaben en manos de delincuentes.
- Obligación de notificar pagos en el sector privado, permitiendo a las autoridades supervisar posibles violaciones de sanciones y ofrecer alternativas técnicas.
- Un régimen más amplio de reporte de incidentes, aportando mayor transparencia y datos para mejorar la respuesta frente al ransomware.
“Los pagos de rescates perpetúan los ataques. Reino Unido busca romper ese ciclo minando la rentabilidad de los ataques de ransomware y reduciendo el riesgo de que sus organizaciones más críticas sean víctimas de ellos. Como vimos con el desmantelamiento de la red de ransomware LockBit, combatir la ciberdelincuencia requiere un esfuerzo coordinado y políticas unificadas. Si los gobiernos europeos colaboran y adoptan un enfoque similar al propuesto, el efecto multiplicador disuadirá aún más a los atacantes y hará que el continente sea más seguro. La alternativa, seguir pagando rescates y sufriendo interrupciones, simplemente no es sostenible”, asegura Rob Sloan, vicepresidente de Defensa Cibernética en Zscaler.
Asimismo, Sloan advierte que ante este panorama de amenazas en constante evolución, potenciado por ataques basados en inteligencia artificial (IA), es más importante que nunca que las empresas apliquen una estrategia de resiliencia sólida y proactiva, fundamentada en una arquitectura de zero trust.