Por Carmen Segovia, directora de FINEX Cataluña y Ciber riesgos en WTW España
A menudo hablamos del ciber como un “riesgo nuevo”, pero lo cierto es que su cobertura aseguradora en Europa se remonta a los primeros años del siglo XXI. Lo verdaderamente disruptivo hoy no es su existencia, sino su evolución: su comportamiento, sus actores y, especialmente, su capacidad de adaptación. A diferencia de los incendios, las averías o los desastres naturales – eventos regidos por el azar- el riesgo cibernético responde a lógicas de probabilidad. Y en ese cálculo, el factor humano lo es todo.
Ransomware + IA: una amenaza de nueva generación
El ransomware es el ejemplo más representativo de cómo ha evolucionado el delito cibernético en la última década. Lo que empezó como una técnica rudimentaria de cifrado de archivos es hoy una industria delictiva, impulsada por inteligencia artificial, que afina sus ataques hasta niveles casi quirúrgicos.
Los ciberdelincuentes ya no atacan infraestructuras: atacan comportamientos. Analizan hábitos, patrones de comunicación y flujos de decisión para suplantar, persuadir y penetrar. Gracias a la IA, los ataques son diseñados a medida, emulan el lenguaje y los gestos cotidianos de las organizaciones y logran moverse por sus redes de forma silenciosa, sigilosa… y letal.
IA como defensa: anticiparse es ganar
Pero la IA no es solo un arma para el atacante. También es una herramienta de defensa. Las empresas, con el respaldo de sus aseguradoras y partners tecnológicos, invierten cada vez más en detección temprana, análisis de tráfico y respuestas automatizadas. La clave está en adelantarse.
Un seguro que evoluciona al ritmo de la regulación
La entrada en vigor de la Ley de Inteligencia Artificial de la UE añade una nueva capa al ecosistema de riesgos. La regulación exigirá a las empresas transparencia, trazabilidad y evaluaciones constantes de impacto. Esto tiene implicaciones directas en la forma en que se suscriben los contratos de ciberseguro.
Desde WTW identificamos tres grandes efectos en el sector asegurador:
- Modelos de riesgo más precisos: Las aseguradoras deberán integrar los requisitos regulatorios en sus modelos de análisis, ajustando coberturas y primas según el nivel de cumplimiento de cada organización.
- Menor exposición en entornos regulados: Las empresas que adopten controles rigurosos y procesos auditables verán reducida su siniestralidad, lo que mejorará sus condiciones aseguradoras.
- Nuevas coberturas para nuevos riesgos: Fallos de IA, sesgos algorítmicos o manipulaciones de modelos predictivos darán lugar a garantías específicas que deberán incluirse en las pólizas futuras.
Asegurar el futuro requiere comprender el presente
Ya no es posible separar la gestión de riesgos cibernéticos de la estrategia tecnológica. En un contexto donde la innovación también introduce incertidumbre, el seguro debe acompañar la transformación digital con agilidad y visión.
Aquí es donde el corredor de seguros adopta un nuevo papel: el de consultor estratégico. En WTW entendemos que anticipar es tan importante como proteger. Solo aquellas organizaciones que alineen su madurez digital con su cobertura aseguradora estarán en condiciones de acceder a condiciones más sólidas, sostenibles y competitivas.