Tener una pistola «smart» que se controle con un smartwatch puede parecer mucho más seguro de lo que realmente es. Así lo ha demostrado el hacker que, usando «imanes baratos» , ha conseguido acceder al sistema de control del arma.

La pistola en cuestión es una Armatix IP1 «smart» gun cuyo principal valor diferencial radicaba en que solo podía ser disparada por su legítimo dueño, quien tenía que llevar en el momento del disparo un smartwatch sincronizado con el arma.

Sin embargo, el hacker conocido como «Plore» ha conseguido encontrar hasta 3 maneras distintas de quebrantar el sistema de seguridad de la Armatix, un arma que alcanza un precio de 1.400 dólares. Plore consiguió, según indica Wire, disparar el arma sin que el smartwatch de seguridad se encontrara en ningún punto cercano.

Uno de los métodos utilizados por el hacker consistió en colocar imanes cerca del cañón de la pistola con lo que consiguió bloquear el sistema electromagnético del arma. Asimismo, Plore logró hackear el mecanismo de seguridad de la pistola usando un amplificador para incrementar el alcance del smartwatch sin tener que acercarlo al arma. También fue capaz de manipular la banda de radiofrecuencia de la Armatix utilizando un dispositivo transmisor que emite ondas de radio y que evita que el dueño de la pistola sea capaz de dispararla incluso cuando lleve puesto el reloj.