Trend Micro, empresa global en ciberseguridad, ha publicado su informe anual de predicciones de seguridad para 2026, en el que advierte de que el próximo año marcará un punto de inflexión decisivo en la evolución del cibercrimen. La convergencia entre inteligencia artificial avanzada y automatización masiva dará paso a ataques capaces de operar con una velocidad, escala y sofisticación sin precedentes, impulsando un modelo delictivo completamente autónomo.
“2026 será recordado como el año en el que la ciberdelincuencia dejó atrás el modelo ‘como servicio’ para convertirse en una industria plenamente automatizada”, explica Ryan Flores, Lead of Forward-Looking Threat Research en Trend Micro. “Estamos entrando en una etapa en la que los Agentes IA descubrirán, explotarán y monetizarán vulnerabilidades sin necesidad de intervención humana. Para las empresas de ciberseguridad como la nuestra, el reto ya no es únicamente detectar los ataques, sino que también ser capaces de seguir el ritmo que imponen las tecnologías de estos nuevos ataques”.
IA autónoma, ataques adaptativos y nuevas tácticas de engaño
El informe revela cómo la IA generativa y los Agentes de IA están transformando en profundidad el ecosistema del cibercrimen. En 2026, se prevé un notable crecimiento de las intrusiones capaces de adaptarse en tiempo real a las defensas de las organizaciones. Herramientas como el malware polimórfico, que reescribe su propio código para evitar ser detectado, o las campañas de ingeniería social impulsadas por deepfakes se convertirán en recursos habituales para los atacantes, que utilizarán identidades altamente realistas para engañar tanto a empleados como a directivos.
Trend Micro también alerta sobre la proliferación de código sintético, modelos de IA manipulados y módulos defectuosos infiltrados en procesos legítimos. Este fenómeno borra la frontera entre innovación y manipulación, facilitando que componentes aparentemente fiables se conviertan en puntos de entrada para comprometer la cadena de suministro digital desde su origen.
Según el avanza el informe, los entornos cloud híbridos, las cadenas de suministro de software y las infraestructuras de IA serán los principales objetivos de los ciberataques el próximo año 2026. La compañía vaticina un incremento de ataques mediante paquetes de código abierto envenenados, imágenes de contenedores maliciosas o identidades en la nube con permisos excesivos. A ello se sumarán intentos de manipular modelos de IA mediante datos corruptos.
Espionaje a largo plazo y ransomware autónomo
El informe también prevé que actores patrocinados por estados adopten estrategias “harvest now, decrypt later”, destinadas a recopilar información cifrada hoy para descifrarla en el futuro, preparándose para un escenario condicionado por los avances de la computación cuántica.
Por su parte, el ransomware evolucionará hacia un ecosistema mucho más autónomo, alimentado por IA. Estas campañas podrán identificar objetivos, explotar vulnerabilidades y negociar rescates mediante bots de extorsión optimizados para maximizar beneficios. Los ataques serán más rápidos, más difíciles de rastrear y más persistentes, apoyándose en análisis avanzados de datos más que en el cifrado tradicional.
Hacia una resiliencia proactiva
Ante este escenario, Trend Micro anima a las organizaciones a dejar atrás un enfoque reactivo y avanzar hacia una estrategia de resiliencia proactiva. Esto exige integrar la seguridad en cada etapa en la que se adopte la IA, en las operaciones cloud y en toda la cadena de suministro digital. Aquellas empresas que combinen el uso responsable de la inteligencia artificial con capacidades de defensa adaptativas y una supervisión humana constante, serán las que estén mejor posicionadas a la hora de afrontar el nuevo panorama.
El informe concluye que operar con seguridad en un entorno cada vez más autónomo requerirá una estrategia basada en la visibilidad de extremo a extremo, la automatización con validación humana y una seguridad cultural compartida que sitúe la ciberseguridad como parte esencial de la infraestructura empresarial. Las organizaciones que consigan innovar de forma segura, equilibrando velocidad con gobernanza, e inteligencia con ética, serán las que definan el estándar de confianza y seguridad en la nueva era del cibercrimen industrializado.
