La Inteligencia Artificial permite identificar patrones y comportamientos maliciosos de forma más rápida y precisa que los métodos tradicionales.
Esta tecnología puede proporcionar respuestas automáticas y mitigar ataques en tiempo real, lo que ayuda a minimizar el impacto de las amenazas y acelerar la recuperación después de un incidente.
Según un informe de Grand View Research, se espera que el mercado global de la IA en seguridad cibernética alcance los 41.160 millones de euros para 2027, con un crecimiento anual del 23,3% hasta ese año.
La Inteligencia Artificial ha aterrizado con fuerza en el mundo de la ciberseguridad, hasta tal punto que las posibilidades que esta tecnología ofrece han revolucionado la forma en la que abordamos la protección de nuestros sistemas y activos digitales. Con el objetivo de mejorar el servicio y garantizar la seguridad, las compañías del sector han comenzado a incorporar la IA en sus estrategias, lo que se traduce en un salto cualitativo y, sobre todo, en un aumento de la resiliencia y la capacidad de respuesta ante las ciberamenazas. De hecho, según un informe de Grand View Research, se espera que el mercado global de la IA en seguridad cibernética alcance los 41.160 millones de euros para 2027, con un crecimiento anual del 23,3% hasta ese año.
Para concienciar sobre las ventajas de aplicar la IA en las estrategias de ciberseguridad, los expertos de Evolutio, compañía 100% española experta en la integración de servicios cloud y ciberseguridad, han elaborado un decálogo con los 5 beneficios de implementar la Inteligencia Artificial en la securización de las empresas y las administraciones públicas:
1. Detección de Anomalías. La IA permite analizar el tráfico de red y el comportamiento de los usuarios para identificar patrones de actividad inusuales que podrían ser indicativos de ataques cibernéticos, como intrusiones o malware. Así, estos sistemas son capaces de aprender los patrones típicos del usuario y monitorizar de manera continua y en tiempo real el tráfico de red, lo que permite detectar desviaciones significativas de estos hábitos y generar alertas por si se tratase de una amenaza.
2. Predicción de amenazas y adaptabilidad. Esta solución puede analizar datos históricos de amenazas y tendencias de seguridad para predecir posibles futuros ataques y vulnerabilidades, permitiendo a las organizaciones tomar medidas proactivas para mitigar riesgos. Además, cuenta con la ventaja de la capacidad de adaptación, puesto que la IA es capaz de aprender y evolucionar con el paso del tiempo a través de un histórico de datos, lo que permite que se ajuste a nuevos entornos de seguridad y detecte nuevas amenazas. Esto también se traduce en una reducción de falsos positivos, permitiendo a los analistas centrarse en amenazas concretas y palpables.
3. Protección contra amenazas como el phishing. Los sistemas de IA pueden detectar y bloquear correos electrónicos y sitios web de phishing, identificando contenido malicioso mediante el análisis de texto, enlaces y archivos adjuntos, ayudando así a prevenir el robo de credenciales. Además, cuentan con un filtro de spam avanzado y permiten analizar imágenes y logotipos en correos electrónicos y sitios web para verificar su autenticidad. Esto es útil para detectar correos electrónicos que intentan imitar marcas u organizaciones legítimas.
4. Mejora de la respuesta a incidentes. La IA también puede ser utilizada para automatizar la respuesta a incidentes de seguridad. Por ejemplo, si se detecta un ataque, puede tomar medidas para bloquear el acceso del atacante y mitigar los daños, todo sin la intervención humana. Además, es muy útil para los investigadores, ya que permite clasificar los incidentes en función de su gravedad y prioridad y, por otro lado, facilita el análisis forense digital al identificar la evidencia relevante en grandes conjuntos de datos. De este modo, puede ayudar a los investigadores a reconstruir la secuencia de eventos y comprender cómo ocurrió el ataque.
5. Integración con otras herramientas de seguridad. Una de las mayores ventajas de esta tecnología es su adaptabilidad, ya que la IA se integra fácilmente con otras herramientas de seguridad, como sistemas de gestión de eventos e información de seguridad (SIEM) y sistemas de prevención de intrusiones (IPS), para proporcionar una respuesta coordinada y efectiva.
En definitiva, en palabras de Ricardo Sanz, Head of Cyber Security Business en Evolutio “el uso de la Inteligencia Artificial en la ciberseguridad representa una revolución en la forma en que las organizaciones protegen sus activos digitales en un mundo digital en constante evolución. La IA ha demostrado ser una solución esencial para abordar los desafíos cada vez más complejos y sofisticados que plantean las amenazas cibernéticas”. Asimismo, la IA es una aliada poderosa, pero su efectividad depende de cómo se implemente y se integre en el marco de la seguridad general de las compañías. Ricardo Sanz añade: “la combinación de la inteligencia humana y la artificial es la clave para una ciberseguridad sólida y adaptable en un mundo digital en constante cambio”