ESET da las principales claves para paliar las posibles consecuencias de un caso de sextorsión en adolescentes.
Asimismo, la empresa experta en ciberseguridad ofrece una serie de consejos preventivos para evitar que estos casos de extorsión sexual lleguen a suceder
El mundo digital ha proporcionado a los jóvenes innumerables oportunidades que sus padres nunca llegaron a experimentar. Les ayudó a mantenerse en contacto con sus amigos durante el confinamiento de 2020 y, ahora que todo está retornando a la normalidad pre-pandémica, las principales ventajas de la esfera digital siguen totalmente intactas. Sin embargo, este mundo digital también expone a los jóvenes a peligros a los que sus padres nunca tuvieron que hacer frente.
Por ejemplo, en los últimos años se ha producido un aumento alarmante de los casos de ‘sextorsión’, incluidos los dirigidos a los adolescentes, En 2021, el FBI afirmó haber registrado más de 16.000 denuncias solo en los primeros siete meses del año.
Ha llegado el momento de que los padres sean conscientes de los riesgos a los que se enfrentan sus hijos en Internet y aprendan algunos consejos de buenas prácticas para mitigarlos.
¿Qué es la ‘sextorsión’?
Como su nombre indica, la ‘sextorsión’ es un tipo de chantaje en el que una persona engaña o coacciona a la víctima para que comparta imágenes o vídeos sexualmente explícitos de sí misma y luego la amenaza con publicar el material a menos que la víctima le pague o acceda a enviar más fotos o vídeos de este tipo.
Es realmente preocupante que los niños y los adolescentes sean cada vez más frecuentemente el objetivo de los ataques de ‘sextorsión’: son más inocentes y, por tanto, más fáciles de engañar.
Por otra parte, se trata de una amenaza que puede estar dirigida a ambos sexos. Aunque existen muchos ejemplos de extorsionistas que se dirigen exclusivamente a las mujeres, el FBI también ha advertido recientemente de un fuerte aumento de los incidentes de extorsión sexual dirigidos a hombres adolescentes.
¿Cuál es el impacto de la ‘sextorsión’?
La posibilidad de que se difundan imágenes o vídeos explícitos entre amigos y familiares puede causar un grave trauma emocional y mental a las víctimas. Los niños o jóvenes atrapados en este tipo de ataques suelen estar demasiado avergonzados o asustados para buscar la ayuda de sus amigos, padres o profesores. Pueden incluso llegar a acceder a las peticiones del extorsionador para evitar que más imágenes comprometedoras acaben publicándose.
¿Cómo puedo proteger a mis hijos de la ‘sextorsión’?
Estos incidentes y sus posibles consecuencias horrorizan a la mayoría de los padres. Pero, por muy tentador que sea intentar restringir el uso de Internet o el acceso a determinados sitios web o aplicaciones, crear un ambiente de honestidad y confianza en casa será mucho más eficaz a largo plazo.
Por ello, los padres tienen que entender primero los peligros y luego compartir su visión sin juzgar a sus hijos. La comunicación bidireccional es esencial en este sentido. Los jóvenes deben sentir que pueden acudir a sus padres en busca de ayuda si se ven envueltos en un caso de extorsión sexual.
En el caso de que tu hijo haya sido víctima de un caso de ‘sextorsión’, ESET, compañía experta en ciberseguridad, propone una serie de consejos o buenas prácticas para paliar sus posibles consecuencias:
- Cesa toda comunicación con el extorsionador
- No le pagues nada
- Guarda todas las pruebas posibles, incluyendo capturas de pantalla de los mensajes o imágenes guardadas
- Denuncia a la policía y a la plataforma online o red social correspondiente
La prevención es la mejor cura
Sin embargo, la prevención es siempre la mejor medida para evitar este tipo de casos. Aunque la mayor parte de las amenazas de ‘sextorsión’ se basan en la ingeniería social y no en el robo de información, merece la pena tomar medidas para mitigar la amenaza de ambas. Para ayudar a proteger a tus hijos, habla con ellos sobre el peligro y sobre las sencillas medidas que pueden llevar a cabo para mantenerse alejados de él. Entre ellas se encuentran aspectos básicos como:
- Sé precavido en Internet: la gente no siempre es quien dice ser
- Configura tus cuentas de redes sociales como privadas
- No envíes vídeos o fotos a alguien que no conoces en la vida real
- Nunca compartas fotos o vídeos íntimos tuyos o de otra persona: no tienes control sobre lo que ocurre después con las imágenes o los vídeos
- Ignora los mensajes de desconocidos y desconfía de los que quieran trasladar la conversación a otra plataforma: este tipo de esfuerzos también son una de las señales de advertencia de una estafa sexual