Para llevar a cabo esta cuarta edición del estudio, Captio ha revisado 1.110.000 gastos originados en los desplazamientos de 39.483 trabajadores de 530 empresas durante el año 2018.
Captio, plataforma especializada en la gestión de gastos de viajes de empresa, ha publicado hoy su informe anual “El impacto del fraude interno en la gestión de gastos de las empresas” que revela que el impacto del fraude en las empresas asciende a 51.387 euros anuales de media. El fraude interno por trabajador es de 690 euros, un 2,71% menos que el año anterior (709 euros). Superar el importe máximo autorizado por la empresa, pasar gastos antiguos y editar la información del justificante son algunas de las irregularidades más habituales en los viajes de negocios.
Para llevar a cabo esta cuarta edición del estudio, Captio ha revisado 1.110.000 gastos originados en los desplazamientos de 39.483 trabajadores de 530 empresas durante el año 2018. Del análisis se desprende que los fraudes son más comunes en las pequeñas empresas que en las medianas y grandes. El resultado sigue, por tanto, la tendencia de los últimos años. De hecho, la diferencia entre el porcentaje de tiques fraudulentos correspondientes a pequeñas empresas supera en 8 puntos al de las medianas y en 7 puntos al de las grandes compañías.
“Las irregularidades en la gestión reducen seriamente la competitividad de las compañías y dificultan la toma de decisiones debido a la distorsión de los datos disponibles”, afirma Joaquim Segura, CRO y cofundador de Captio. El empeoramiento del clima laboral y el daño a la reputación corporativa son otras de las consecuencias de estas malas prácticas.
“El uso de un software de automatización y digitalización de la gestión del gasto y la implantación de un marco normativo que defina qué es fraude, establezca los distintos grados de gravedad y fije las medidas que se tomarán en función de ello es esencial para minimizar el fraude interno”, explica Segura. “La combinación de auditorías internas y externas, el desarrollo de planes de formación para los empleados, el establecimiento de canales de denuncia y la creación de un buen clima laboral son otras medidas esenciales para reducir las irregularidades en la gestión aunque ha destacado que “es vital que los altos directivos prediquen con el ejemplo”.