El gasto en ciberseguridad crecerá exponencialmente hasta 2025, convirtiendo al sector en uno de los que más rápido crecimiento muestra
La ciberseguridad se ha convertido en cuestión de estado para empresas y naciones de todo el mundo. El aumento de los ataques informáticos y sus graves consecuencias han generado un cambio de paradigma en la forma de entender este novedoso concepto. Tanto es así que cada vez vemos más iniciativas, como las del INCIBE en España, y un aumento en el gasto para mejorar prestaciones. El sector está viviendo una rápida evolución, provocada en su conjunto por los cada vez más incisivos ciberataques. La inversión de capital ha aumento de forma ostensible en los últimos años; tendencia que seguirá al alza según datos ofrecidos por Cybersecurity Ventures. El crecimiento, estimado entre el periodo que comprende 2021-2025 podría ser de hasta 1.750 billones de dólares. En este cambio de paradigma ha tenido mucho que ver la pandemia de COVID-19. El gasto en ciberseguridad crecerá exponencialmente hasta 2025.
La cifra estimada es, en comparación a las vistas 15 años atrás, estratosférica. En 2004, el mercado global de ciberseguridad tenía un valor de 3.500 millones de dólares. El crecimiento, por ende, es uno de los más rápidos que se ha vivido. El sector de la ciberseguridad ha protagonizado un crecimiento veloz, y casi podríamos decir que es imparable vistas las predicciones a largo plazo. A día de hoy, invertir en ciberseguridad es una obligación para toda empresa o nación que se precie. Especialmente importante es este sector para las empresas, sobre todo aquellas que se han visto obligadas a digitalizar sus servicios. El número de empresas que han tenido que llevar a cabo este cambio crece con el paso del tiempo, y entre ellas se encuentran las PYMES. Las pequeñas y medianas empresas se han convertido en el blanco preferido de la ciberdelincuencia por su bajo nivel de ciberseguridad.
Cambio de mentalidad respecto a la ciberseguridad
Hasta hace poco, la ciberseguridad ha sido cosa de unos pocos. Pero los problemas provocados por la pandemia de COVID-19 a nivel laboral han cambiado mucho la mentalidad. El aumento de ataques ransomware, el descontrol del phishing y otras tácticas ilegales para robar información, atacar infraestructuras, etc. han sido el detonante perfecto para generar tal cambio. Muchos países y empresas han adoptado una postura firme ante lo que se considera ya un problema de extrema gravedad. En Estados Unidos, por ejemplo, la Administración Biden-Harris está colaborando con empresas como Microsoft, Apple o Google para impulsar el desarrollo. Las medidas para evitar la ciberdelincuencia crecen al mismo ritmo que la inversión, lo cual es un dato bastante positivo. A fin de cuentas, estamos en una guerra que llevará años acabar, y toda medida que llegue será bien recibida.