El tejido empresarial vasco sufre las inclemencias de la ciberdelincuencia al verse un aumento en búsqueda de asesoramiento ante ciberataques.

La ciberdelincuencia ha echado raíces en muchos ámbitos, extendiendo sus malas artes de tal modo que es necesario tomar medidas extremas. Uno de los sectores más afectados es el empresarial, donde estamos viendo los graves efectos que causan, por ejemplo, los ataques de tipo ransomware. Dentro del ámbito empresarial, uno de los eslabones más débiles es el que representan las PYMES, las cuales han sido testigos de cómo han pasado a estar entre los favoritos de los ciberdelincuentes. En País Vasco, por ejemplo, se está viendo una tendencia bastante negativa; en el último mes, el Basque CyberSecurity Centre ha detectado una serie de movimientos relacionados con tres dominios maliciosos que pretendían suplantar a webs institucionales. Mientras, por su parte, el ZIUR (Centro de Ciberseguridad Industrial de Gipuzkoa) ha estado asesoran a más de 500 PYMES en el último año. El tejido empresarial vasco sufre las inclemencias de la ciberdelincuencia.

La tendencia de los ciberataques no solo está en alza, sino que además se están observando casos cada vez más graves. Entre los más repetidos dentro del tejido empresarial vasco destacan: «la suplantación», siendo uno de los casos más recientes el sufrido por Martutene, una PYME dedicada a la construcción a la que estafaron 10.500 euros. Otro que destaca, y este lo hace a nivel mundial siendo cada año el gran protagonista, es el ataque ransomware. Su rápida expansión ha generado preocupación en las PYMES vascas. Tanto es así que 500 han acudido en el último año al ZIUR en busca de asesoramiento; esto supone un incremento del 80% en comparación a lo visto en 2020. Tanto el ZIUR como BCSC han tenido trabajo en 2021, especialmente el segundo. Según los registros, el BCSC tuvo que enfrentarse a 1.300 incidencias, lo cual supone un aumento sustancial respecto a 2020 (500).

Los ciberpeligros que encaran las PYMES en el País Vasco

En España, según datos estadísticos, uno de los ciberataques más repetidos es el phishing. Esta técnica, que no necesita ya explicación, se puede ver constantemente y, por desgracia, su índice de éxito es elevado. Además, debemos añadir que las campañas son cada vez más elaboradas y eso se traduce en que la gente pica más. 2021 ha sido un año negativo para las empresas afincadas en Gipuzkoa, pues han sufrido muchos ataques de phishing. Lo peor es que, en el caso de haber caído en la trampa y haber perdido dinero, recuperarlo no es nada sencillo. A pesar de avisar a las Entidades Financieras, la presteza de los ciberdelincuentes en estos casos hace que cualquier intervención sea inútil. Por ello, uno de los pasos más recomendados es ser previsor y proactivo, es decir, adelantarse al problema antes que se presente. La probabilidad de que nos toque no es baja.

Unas de las herramientas que más hay que vigilar es el e-mail, vía de entrada del phishing y del ransomware. El 80% de estos ciberataques usa como vector de entrada al correo electrónico, por lo que debemos extremar las precauciones. Un e-mail que podría ser inofensivo se convierte en cuestión de segundos en un malware que cause efectos muy destructivos. En casos así, la única solución es tener copias de seguridad, limpiar los equipos infectados e instalar las copias una vez estén libres de malware. Evidentemente, esto es algo que lleva tiempo; si no queremos perder tiempo, la única solución es pagar al ciberdelincuente para que desencripte el equipo. Pero claro, las cantidades solicitadas (generalmente en criptodivisas) pocos pueden asumirlas. La presencia e intervención de entes como el ZIUR o el BCSC son vitales para el buen desarrollo de la actividad empresarial.