- Las directivas de la Unión Europea vinculan a los estados miembros a que alcancen unos resultados concretos en unos plazos determinados.
- Por Luis del Ser, Co-fundador de Movilok
La Directiva de Servicios de Pago que está actualmente vigente (PDS2) marca hitos orientados en dos vertientes principales: por un lado hacia los consumidores, con el fin de protegerlos mejor en la realización de pagos online; por el otro hacia la apertura de los servicios financieros con el fin de incrementar la competencia y la cooperación.
Para cumplir los objetivos de la directiva hacia los consumidores, las entidades que proporcionan servicios financieros necesitan incorporar, adaptar o extender tecnologías ya existentes y que muchas de ellas ya utilizaban, como la autenticación factor-2. Con ello se acelera la digitalización de los servicios y se favorece el uso de aplicaciones móviles. Esta adaptación tiene un componente tecnológico importante y marca el paso al que deben ajustarse las entidades financieras para ‘estar al día’ en un mundo digital. Pero la adaptación de cualquier negocio a las nuevas tecnologías es común a todos los sectores, es una evolución.
Sin embargo, los objetivos que se han marcado orientados a la apertura de los servicios financieros, va a cambiar completamente las reglas del juego; esto significa una auténtica revolución en un modelo de negocio que estaba muy asentado.
Ahora, por ley, los bancos europeos se ven obligados a hacer inversiones para posibilitar el acceso a los datos de sus clientes mediante acceso digital (interfaz digital a los datos, APIS) y esto quiere decir que están obligados a permitir que otros puedan competir en su mercado.
La clave está en que el término ‘otros’ no tiene por qué referirse a otras entidades financieras sino que cualquier empresa, de cualquier sector, que tenga capacidades para desenvolverse y competir en el terreno digital puede optar por participar en la industria de los servicios financieros y ganar una cuota de ese mercado.
La repercusión que va a tener en los servicios financieros va más allá del cambio tecnológico que supone la digitalización de los servicios, porque obliga también a un cambio de actitud. Ahora los usuarios pasarán a tener, de forma oficial, la capacidad de elegir quién da valor a sus datos financieros o como se interpretan estos datos.
El acceso mediante APIs a los datos de los clientes posibilita nuevas oportunidades de negocio en distintos ámbitos como la agregación de información (ya sea financiera como combinada con datos de otros sectores), comparación de productos, gestión de finanzas personales o incluso la identificación de cuándo los consumidores toman sus decisiones financieras.
Algunos de estos negocios como la agregación, ya se están explotando en modelos de negocio con éxito. La diferencia radica en que, hasta ahora, era necesario acceder a las interfaces web de los bancos y analizar la estructura de las pantallas que se presentan al usuario mediante técnicas que se denominan de ‘web screen scraping’. Esto también dificulta que la entidad bancaria identifique quién está detrás de un acceso para consultar los datos de un usuario: el usuario directamente o un servicio (que el usuario habrá autorizado previamente) y que recopila información de sus cuentas en distintos bancos para presentarlos de forma agregada y gráfica en una app móvil que el usuario utiliza en otro momento.
Proporcionar interfaces de acceso a datos mediante APIS y un acceso regulado de quién las usa facilita por un lado la competencia pero también la cooperación entre entidades distintas. También permite identificar más fácilmente dónde está el valor de los datos para cada cliente y así generar servicios digitales que aporten mayor valor.
Para las empresas que compitan en este nuevo escenario, ‘ser digital’ va a ser una condición necesaria pero no suficiente porque deben también ser relevantes y significativos si quieren retener o atraer a los clientes. Para los usuarios, al igual que ya ha pasado en otros sectores, todo indica que va a ser más importante el servicio que perciben que la identidad de la entidad que lo proporciona.