En el complejo ecosistema de la atención médica, la ciberseguridad es similar al sistema inmunológico humano: una defensa vital que protege al cuerpo de amenazas externas e internas. Sobre todo, porque es esencial para proteger los datos de los pacientes, garantizar la disponibilidad de los servicios médicos y mantener el cumplimiento en toda la industria médica. El futuro de la atención médica es cada vez más digital y su seguridad depende de la solidez de las medidas de seguridad de la identidad.
Proteger contra las ciberamenazas a este sector tan vulnerable, debido a sus datos de alto valor y su gran dependencia de TI, tiene que comenzar por garantizar el acceso adecuado del personal autorizado mediante diversas medidas de seguridad. A la vez que debe asegurarse la integridad del sistema mediante tres funciones esenciales que desde CyberArk hemos analizado de la siguiente manera:
- Establecer la confianza del paciente
La confianza del paciente en el sector sanitario es vital. En este sentido, la seguridad de la identidad desempeña un papel crucial al controlar estrictamente el acceso a los datos confidenciales, lo que ayuda a preservar la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de la información del paciente. Esta gestión segura es fundamental para mantener la confianza del paciente y el cumplimiento de normas estrictas como la HIPAA.
- Mejora de la eficiencia operativa
Las soluciones de seguridad de identidad optimizan los procesos de autenticación y autorización de la atención médica. Unas soluciones que garantizan que los proveedores de atención médica tengan acceso oportuno y seguro a información crucial, optimizando los flujos de trabajo y protegiéndolos contra el acceso no autorizado.
- Apoyo a las tecnologías innovadoras
A medida que las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial generativa, la telesalud y los registros médicos electrónicos, amplían el panorama de la atención médica, también introducen nuevas vulnerabilidades. La seguridad de la identidad actúa como una barrera selectiva que permite innovaciones beneficiosas y, al mismo tiempo, protege contra amenazas potenciales.
Por todo ello, en el dinámico y creciente campo de la atención médica, el panorama de la ciberseguridad está plagado de desafíos que pueden impedir una atención segura y eficaz a los pacientes. La seguridad de la identidad aborda estos desafíos fortaleciendo la infraestructura que maneja información confidencial de los pacientes, además de responder a las amenazas inmediatas y generar resiliencia al anticipar y neutralizar las vulnerabilidades potenciales mediante las siguientes acciones:
- Proteger los datos confidenciales con medidas como la autenticación multifactor (MFA), el cifrado y la gestión del acceso. Pues a medida que proliferan los datos sanitarios digitales, también lo hace la necesidad de protegerlos contra el acceso no autorizado y las infracciones.
- Mantener el cumplimiento normativo mediante la aplicación de políticas que cumplan con las normas. Una compleja red de normas en materia de protección de datos obliga a los proveedores de atención médica a proteger la privacidad de los pacientes.
- Mitigación de las amenazas internas, por medio de la supervisión y gestión del acceso de los usuarios y el uso de los datos dentro de la organización. Sobre todo, porque las amenazas internas pueden ser tan dañinas como los ataques externos y la seguridad de la identidad puede reducir, significativamente, el riesgo de mala conducta interna.
Al abordar estos desafíos, la seguridad de la identidad protege contra amenazas inmediatas y fortalece la capacidad del sistema de atención médica para adaptarse tanto a las nuevas tecnologías como a las nuevas amenazas, lo que garantiza la salud y la resiliencia a largo plazo. Un enfoque proactivo que es vital para mantener un entorno seguro y confiable.