Durante el primer semestre del año se han registrado más de 11.925 vulnerabilidades en Europa, según el informe Threat Landscape Report de S21sec
Anticiparse y elaborar un plan de respuesta en materia de ciberseguridad es esencial para que las empresas eviten y reduzcan el impacto de las vulnerabilidades
Una vez se ha producido el ciberataque, es posible solventarlo a través de análisis forenses digitales y de servicios de gestión de incidentes de ciberseguridad
Durante el primer semestre del año se han registrado más de 11.925 vulnerabilidades que han propiciado un mayor riesgo ante posibles ciberamenazas en el tejido empresarial europeo, según el informe Threat Landscape Report elaborado S21sec, uno de los principales proveedores de ciberseguridad en Europa.
Las vulnerabilidades son fallos en los sistemas informáticos que ponen en riesgo la seguridad de la información y que permiten que los ciberatacantes puedan comprometer la integridad, disponibilidad o confidencialidad de una empresa. Las probabilidades de que esto suceda se incrementan cuando el atacante explota la vulnerabilidad, utilizando software o técnicas de ingeniería social que provoquen un comportamiento no deseado en el sistema informático.
“Es evidente que los avances tecnológicos han hecho que nuestro día a día sea cada vez más cómodo, ya sea en el entorno laboral o personal. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de que esos mismos avances tecnológicos implican nuevos riesgos, pudiendo comprometer nuestros sistemas considerablemente. Es por ello que necesitamos hacer un uso responsable de los servicios, y eso se consigue teniendo un conocimiento mínimo sobre las vulnerabilidades y amenazas que pueden llegarnos a afectar como trabajador, pero también como usuario de a pie”, destaca Silvia García García, consultora de ciberseguridad de S21sec.
El primer paso para prevenir y evitar posibles vulnerabilidades en los sistemas informáticos de una empresa consiste en realizar un análisis de riesgos que sirva para establecer un plan general de ciberseguridad. El plan engloba todas las medidas correctivas necesarias para disminuir y detectar los riesgos ante un posible ataque, adaptándose a cada escenario particular. Asimismo, es importante anticiparse e implantar un plan de continuidad de negocio y un plan de respuesta ante ciberataques, de manera que las empresas puedan reducir el impacto en caso de sufrir un ataque cibernético.
Para que el plan general de ciberseguridad sea una herramienta efectiva, es fundamental que se establezca desde el diseño y el despliegue de las tecnologías y arquitecturas, y que los sistemas informáticos estén monitorizados, auditados y actualizados. Además, todos los usuarios de estos sistemas informáticos deben estar formados y concienciados en materia de ciberseguridad para garantizar la protección ante posibles amenazas.
Cuando ya se ha producido el ciberataque y la empresa no dispone de un plan de respuesta, existen diferentes posibilidades para solventar el fallo. Los análisis forenses digitales y los servicios de gestión de incidentes en materia de ciberseguridad ayudan a reducir el impacto del ciberataque y restauran la normalidad en el sistema informático de la empresa. Además, con el fin de evitar que surjan nuevas amenazas y analizar el malware que ha producido la vulnerabilidad, empresas como S21sec ofrecen servicios de automatización y orquestación de la ciberseguridad que se encargan de automatizar las alertas y permitir que el SOC dedique más tiempo a analizar las amenazas emergentes.
“Las empresas deben concienciar a sus trabajadores sobre los riesgos a los que están expuestos en el entorno digital. Por su parte, los ciberdelincuentes son conscientes de que la falta de concienciación constituye una vulnerabilidad dentro de las organizaciones, aprovechando cualquier mínimo fallo para poder acometer sus ataques. Claramente, la ciberseguridad continúa siendo una asignatura pendiente”, concluye García.