Intel ha expuesto las conclusiones de un estudio de seguridad en el que se muestra que las organizaciones reconocen que mejorar la capacidad de seguridad asistida por hardware es fundamental para protegerse.
El gigante tecnológico Intel ha elaborado un interesante estudio donde confirma algo que para muchos ya era un secreto a voces: la seguridad empieza en el hardware. Según los datos que muestran en este estudio de organizaciones, el 64% de los encuestados asegura que las empresas son más proclives a contratar tecnologías y servicios de proveedores que están a la vanguardia de la innovación.
Más de 172.000 millones de dólares en el año 2022 es lo que se prevé que las empresas gasten para incrementar sus sistemas de ciberseguridad y para protegerse frente a los ataques cibernéticos. Y es que las organizaciones son cada vez más proclives a la innovación en materia de seguridad. Las empresas valoran la innovación en productos de seguridad, pero especialmente en cuanto a hardware cuando necesitan adquirir tecnologías y servicios. Esta es la principal conclusión de un estudio llevado a cabo por Intel a nivel global.
Estos resultados muestran también como desde las organizaciones se han incrementado la necesidad de la seguridad asistida por hardware para que esta seguridad sea sólida. En este sentido, el 36% de los encuestados reconoce tener ya soluciones de seguridad asistida por hardware, mientras que el 47% afirman que sus organizaciones adquirirán este tipo de soluciones en los próximos 6 meses.
De las organizaciones que usan ya soluciones asistidas por hardware, el 85% piensa que la protección basada en hardware o firmware es una prioridad alta o muy alta en su organización.
Suzy Greenberg, vicepresidenta de Garantía y Seguridad de Productos Intel, ha resaltado la situación actual en lo que a seguridad se refiere: “el panorama actual de amenazas a la seguridad sigue evolucionando, volviéndose cada vez más sofisticado y difícil de abordar para las organizaciones. Hoy más que nunca, las empresas exigen capacidades de garantía y soluciones de seguridad mejoradas por hardware que ayuden a proteger todas sus redes”.
Zero Trust en las nuevas inversiones.
Las conclusiones de este estudio muestran también diferentes tendencias de las organizaciones en relación con la innovación en seguridad basadas en hardware. Una de estas tendencias que está en alza es la del Zero Trust.
Dentro del 36% de organizaciones que ya tienen soluciones de seguridad implantadas, el 32% eligió aplicar una estrategia de infraestructura Zero Trust. El 75% se interesó por modelos de Zero Trust teniendo en cuenta el teletrabajo y la continuidad de la pandemia del coronavirus.
En lo que se refiere a la gestión de las posibles vulnerabilidades, el estudio muestra que las empresas priorizan principalmente las actualizaciones de seguridad para los productos de última generación, a pesar de que la realidad indica que aún hay muchos dispositivos heredados en uso en todo el mundo. Los datos muestran que un 48% de las empresas tienen visibilidad de las vulnerabilidades y parches recientemente reveladas.
La innovación en seguridad clave tras la pandemia
Invertir en tecnologías de seguridad innovadoras es la tendencia de inversión de las organizaciones. Un hecho que se ha incrementado tras la pandemia del coronavirus. Otro estudio del Instituto Ponemon muestra como el 53% de los encuestados afirma que sus organizaciones renovaron su estrategia de seguridad tras esta situación epidemiológica.
Las principales áreas en las que invierten las organizaciones dentro de innovación en seguridad son: la automatización para el 41% de los encuestados, para el 40% la seguridad con respecto a silicio, otro 40% invierte en seguridad en la migración a la nube y otro 38% en educación y formación.