Cuando compras un teléfono nuevo, se supone que existe un momento mágico, justo cuando lo sacas de la caja, que aún esta inmaculado y libre de software que pueda poner en peligro tus datos. O por lo menos así debería ser.
Un nuevo estudio revela que los programas preinstalados en muchos teléfonos nuevos Android pueden hacer mucho más que simplemente ocupar espacio. Investigadores de IMDEA Networks Institute, Universidad Carlos III de Madrid, Stony Brook University y ICSI escanearon el firmware de más de 2.700 usuarios de Android de todo el mundo que participaron en el estudio, creando una base de datos de 82.501 apps preinstaladas.
Muchas de estas apps espían a los usuarios, según el informe, accediendo a información muy personal. Los investigadores dicen: »Según nuestro análisis de flujo, estos resultados dan la impresión que la recolección de datos personales y su difusión (sin tener en cuento el objetivo o consentimiento) no está solo generalizado si no que también viene preinstalado».
¿Qué tipo de información recolectan?
No solo las apps preinstaladas recopilan información sobre geolocalización, correo personal, datos de llamadas y contactos, si no que algunas también monitorizan qué aplicaciones instalan y utilizan los usuarios. En muchos casos esa información se enviaba directamente a las empresas publicitarias.
Muchas de estas apps preinstaladas reúnen y envían la información utilizando permisos personalizados, dados por el fabricante o el operador del móvil, quienes dan el permiso para realizar esas acciones.
Un ejemplo son los paquetes preinstalado de Facebook, algunos de los cuales no están disponibles en Google Play. Estos automáticamente descargan software de Facebook como Instagram, según han dicho los investigadores. También encontraron apps chinas que exponen información de geolocalización de Baidu, que puede ser utilizada para localizar a los usuarios sin su permiso.
El análisis sugiere que muchas de estas apps pueden estar utilizando permisos a medida como estos para recopilar e intercambiar información como parte de un acuerdo para el intercambio de información entre empresas. »Estos actores tienen acceso privilegiado a recursos del sistema a través de su presencia en apps preinstaladas y librerías de terceros. Acuerdos potenciales, realizados a puerta cerrada entre los implicados, pueden haber convertido los datos del usuario en una mercancía antes de que los usuarios compren los dispositivos o decidan instalar software».
El estudio señala a los agentes que hacen tratos con tus datos como fabricantes de móviles, operadores de telefonía, servicios de analítica y empresas online. Recientemente hemos hablado de apps que secretamente comparten información con Facebook.
Los investigadores también descubrieron librerías maliciosas embebidas en software preinstalado. Una de esas librerías, llamada Rootnik, permitía ganar acceso raíz a un dispositivo, filtrar información que permite identificar a los dueños e instalar apps adicionales. Los investigadores añaden:
Según informes de antivirus, el rango de comportamientos que esos ejemplos mostraron ir desde fraude bancario a enviar SMS a números Premium o suscribirse a servicios, instalar apps silenciosamente, visitar enlaces y mostrar anuncios.
¿Cómo consiguen estas apps entrar en los teléfonos Android?
Existen varios factores. El primero es que Google permite que terceros empaqueten y preinstalen aplicaciones que crean que son compatibles con sus versiones de Android. En muchos casos ese proceso está muy lejos de ser transparente, según avisa el informe.
El segundo agravante es que muchas apps que entran en este proceso se auto firman. Las apps móviles se supone que deben probar su legitimidad utilizando certificados digitales, pero muchos desarrolladores simplemente crean los suyos propios. Es como si das tu propio nombre como referencia cuando solicitas un trabajo.
Muchas de estas apps también utilizan librerías de terceros que pueden tener sus propios problemas de seguridad o privacidad. Al otorgar permisos a medida a una app, el fabricante del teléfono le da los mismos permisos a la librería del tercero que a la propia app.
Todo esto nos sirve para decir que cuando compras un móvil Android, puede que te lleves algo más de lo que has solicitado.