Barato pero peligroso: Los cibercriminales lanzan ciberataques complejos de bajo coste

Es cada vez más inusual que los ciberdelincuentes utilicen técnicas de ataques sofisticadas o costosas, encontrándose más cómodos usando campañas de ingeniería social combinadas con técnicas maliciosas. Como resultado: son capaces de lanzar campañas dañinas que son extremadamente difíciles de detectar con soluciones de seguridad para empresas.

Este cambio en cómo trabajan demuestra que, en general, las infraestructuras TI de las organizaciones modernas están llenas de puntos débiles que, potencialmente, permiten a los atacantes conseguir sus objetivos cibercriminales con unas herramientas relativamente poco costosas. Microcin, una campaña maliciosa recientemente investigada por los analistas de Kaspersky Lab, es un ejemplo de ataque económico y, también, peligroso.

La campaña de ataque Microcin

Todo empezó cuando la plataforma KATA (Kaspersky Anti Targeted Attack Platform) descubrió un archivo RTF sospechoso. El archivo incluía un exploit (malware que aprovecha las vulnerabilidades en un software de uso común para instalar componentes peligrosos adicionales) a una vulnerabilidad conocida y ya parcheada en Microsoft Office.

No es raro que los ciberdelincuentes habituales utilicen estos exploits de vulnerabilidades conocidas para infectar a las víctimas con un malware general y de distribución masiva, pero como se ha demostrado en investigaciones más en profundidad, este archivo RTF en concreto no pertenecía a otra gran oleada de infección, pero sí mucho más sofisticada y dirigida.

Al parecer algunos actores del mundo del ciberespionaje cambian su modus operandi, pasando de desarrollar herramientas maliciosas difíciles de detectar a la planificación y entrega de sofisticadas operaciones que quizás no impliquen el uso de malware complejo, pero que sigue siendo peligrosas

Este documento de phishing se distribuyó utilizando unos sitios orientados a un grupo de personas muy concreto: foros en los que se discutían asuntos relacionados con la obtención de viviendas subvencionadas, un privilegio disponible principalmente para empleados de organizaciones gubernamentales y militares en Rusia y en algunos países vecinos . Cuando el exploit se dispara, el malware con una estructura modular se instala en el ordenador objetivo.

La instalación del módulo se lleva a cabo mediante inyección malintencionada en iexplorer.exe, y la ejecución automática de este módulo se completa mediante el secuestro del archivo dll. Ambas técnicas son muy conocidas y utilizadas muy ampliamente. Finalmente, cuando el módulo principal está instalado, otros módulos adicionales se descargan desde el servidor de comando y control.

Al menos uno de ellos utiliza la estenografía, que es la práctica de ocultar información dentro de archivos aparentemente inofensivos, como imágenes, otra técnica malintencionada conocida para la transferencia de datos robados. Una vez que se ha implementado toda la plataforma maliciosa, el malware busca archivos con extensiones como .doc, .ppt, .xls, .docx, .pptx, .xlsx, .pdf, .txt y .rtf., que luego se envían en un archivo protegido con contraseña y transferido a los operadores del ataque.

Además de utilizar conocidas técnicas de infección y movimientos laterales, al realizar la operación los atacantes usan activamente puertas traseras conocidas que ya se han visto en ataques anteriores, y también usan herramientas legítimas creadas para pruebas de penetración y que generalmente no se detectan como peligrosas por las soluciones de seguridad.

Si nos fijamos en este ataque y lo analizamos las partes individualmente, veremos que no es nada serio. Casi cualquier componente ha sido bien documentado por la industria de seguridad y es algo relativamente fácil de detectar. Sin embargo, se combinan de una forma que hace que el ataque sea difícil de detectar. Además, esta campaña no es única. Al parecer algunos actores del mundo del ciberespionaje cambian su modus operandi, pasando de desarrollar herramientas maliciosas difíciles de detectar a la planificación y entrega de sofisticadas operaciones que quizás no impliquen el uso de malware complejo, pero que sigue siendo peligrosas”, dijo Alexey Shulmin, analista jefe de malware de Kaspersky Lab.

Para proteger su infraestructura TI de ataques como Microcin, los expertos de Kaspersky Lab recomiendan a las organizaciones que utilicen herramientas de seguridad que permitan detectar operaciones malintencionadas y no sólo software peligroso.

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