El Instituto Nacional de Ciberseguridad alerta de una nueva campaña de phising dirigida a empresas donde tras el correo de gancho de una factura pendiente de pago se esconde un programa malicioso.
Las empresas son el último objetivo de los ciberdelincuentes a través de una nueva campaña de phishing en la que el gancho es una alerta de facturas pendientes de pago.
Cualquier empresario, empleado, en particular los encargados de tramitar facturas dentro de las organizaciones, pueden recibir por correo electrónico una comunicación sobre el aviso de un pago a realizar.
Los investigadores han detectado una campaña de correos maliciosos de tipo phishing cuyo objetivo es infectar los dispositivos con malware. Los correos electrónicos identificados tienen como asunto «Factura Pendiente». En dichos correos, los ciberdelincuentes se hacen pasar por proveedores, es este caso abogados, que reclaman un pago pendiente. Cuando el usuario descarga la supuesta factura, se descarga el programa maligno en su dispositivo. No se descartan campañas similares donde varíe el asunto o el cuerpo del correo.
¿Qué hacer en caso de recibir este mensaje?
En caso de recibir un mensaje con las características descritas, pero no haber pulsado en el enlace, es recomendable eliminarlo directamente y poner en conocimiento de los compañeros el intento de fraude para evitar otras posibles víctimas.
Si has descargado y ejecutado el archivo, realiza un escaneo de todo el equipo con el antivirus y sigue las instrucciones marcadas por el mismo para eliminar el malware. También, es recomendable que desconectes dicho equipo de la red principal de la empresa para evitar que otros dispositivos se puedan infectar.
Como pautas generales de prevención, para evitar ser víctima de fraudes de este tipo, se recomienda:
No abrir correos de usuarios desconocidos o que no haya solicitado: hay que eliminarlos directamente.
En caso de que el correo proceda de una entidad bancaria legítima, nunca contendrá enlaces a su página de inicio de sesión o documentos adjuntos.
No contestar en ningún caso a estos correos.
Tener precaución al seguir enlaces o descargar ficheros adjuntos en correos electrónicos, SMS, mensajes en WhatsApp o redes sociales, aunque sean de contactos conocidos.
Tener siempre actualizado el sistema operativo y el antivirus. En el caso del antivirus, comprobar que está activo.
Asegurarte de que las cuentas de usuario de tus empleados utilizan contraseñas robustas y sin permisos de administrador.