En los últimos años, con el aumento de la presencia digital de los ciudadanos en internet, han proliferado nuevas amenazas cibernéticas. Si bien los peligros en la red han evolucionado de la mano de las tecnologías emergentes, también lo ha hecho la seguridad, con el objetivo principal de proteger los datos sensibles. Esta mejora se deja ver de forma evidente en muchos sectores económicos, sobre todo aquellos que cuentan con más flujo de informaciones. A continuación, repasaremos aquellos que, en la actualidad, son punteros en esta materia.
Banca y finanzas
En el mundo de la banca y las finanzas, ahora con una gran presencia virtual, se han incorporado medidas que garantizan la total protección de los clientes. Hoy en día, se producen una gran cantidad de transacciones a través de internet y se han implementado sistemas de verificación y autenticación para dar validez a estas operaciones. Por otro lado, se han añadido herramientas basadas en la inteligencia artificial y el blockchain que, entre otras acciones, se encargan de monitorizar la actividad y proteger cualquier tipo de detalle.
Comercio electrónico
En el comercio electrónico, todavía hay muchos usuarios que tienen la sensación de estar asumiendo un riesgo al desarrollar esta práctica. Las principales amenazas de este ámbito pasan por los fraudes y el intento de robo de datos bancarios. Aun así, las principales compañías de esta industria disponen de un estricto protocolo de seguridad, en que la autenticación de dos pasos es lo más común para terminar de cerrar una adquisición. Normalmente, los principales problemas siguen siendo causa de errores humanos y de engaños.

Entretenimiento
La seguridad en el sector del entretenimiento ha mejorado a pasos agigantados. Un ejemplo de ello se encuentra en el online casino y toda la oferta que este propone a sus jugadores. Para empezar, las plataformas suelen obligar la vinculación de una cuenta con una identidad real. Además de garantizar las transacciones seguras, disponen de un estricto sistema de monitorización de las acciones, normalmente equipados con inteligencia artificial, que analiza y valora que los movimientos que se dan responden a la lógica y no incurren en fraude.
Transporte
La movilidad es cada vez más inteligente y los internautas confían a ciegas en las herramientas digitales para desplazarse. Hay vehículos equipados con programas informáticos o herramientas de navegación que geolocalizan los dispositivos; no se puede pasar por alto que esta información puede ser de gran interés si cae en manos de las personas equivocadas. Por ese motivo, las aplicaciones que se usan vinculadas al transporte suelen encriptar los datos, sobre todo aquellos que permitirían saber dónde se ubica el usuario y cuáles son sus rutinas diarias.
Medicina
¿Hay algo más privado que las informaciones vinculadas a la salud? En los últimos años, hemos visto cómo se han hackeado hospitales y centros médicos en búsqueda de los datos de los pacientes. Por ese mismo motivo, se ha evolucionado mucho en cuanto a sistemas de protección, poniendo especial énfasis en el historial clínico de las personas. Una de las tecnologías más usadas es el blockchain, que permite dividir la información y descentralizarla para que, en caso de caer en manos de terceros, no pueda ser de tanta utilidad.

Administración pública
Las administraciones públicas, sean del tamaño que sean, están expuestas a muchas vulnerabilidades. Cada vez es más común que estas entidades operen a través de internet y, en consecuencia, son muchos los datos de los que disponen. Por ese mismo motivo, recientemente se han implementado medidas de cifrado y almacenamiento seguro. Al mismo tiempo, el método de acceso a servicios y consultas se ha reforzado para evitar suplantaciones de identidad, como se puede ver con el uso obligado del DNI electrónico o los certificados digitales.
Internet de las cosas
El internet de las cosas, o IoT, entró hace unos años en la vida de muchos sin ofrecer demasiada protección, por lo que había unos riesgos que se estaban asumiendo, como la escucha de los asistentes virtuales o el control de las cámaras de seguridad. Ahora se requiere que usen redes privadas, se actualicen a menudo y se monitoree constantemente su actividad mediante inteligencia artificial para asegurar que no suponen ningún peligro para las personas que los usan, ya sea con simples dispositivos inteligentes, en hogares equipados o en smart cities.