Los dispositivos IoMT y ataques desafían seguridad sanitaria de cara al proximo año 2024.
El sector sanitario se encuentra ante una serie de desafíos y tendencias en ciberseguridad que marcarán el rumbo de la industria en el futuro próximo. Así lo revela el informe “Resumen del año: Una mirada a las cibertendencias de 2023 y lo que está por venir” de Akamai Technologies.
Con la expansión del Internet de las Cosas Médicas (IoMT, por sus siglas en inglés), las interfaces de programación de aplicaciones (APIs) continuarán desempeñando un papel crucial en la accesibilidad de servicios médicos, como la telemedicina y el monitoreo remoto de pacientes. Esto promete mejorar los resultados clínicos y financieros.
Sin embargo, los ataques cibernéticos contra el sector sanitario no mostrarán signos de desaceleración debido al alto valor de los registros de salud y los datos de pacientes en la web oscura. Expertos señalan que los atacantes seguirán innovando y ampliando el alcance y la complejidad de sus ataques, especialmente con el aprovechamiento de vulnerabilidades de día cero.
Los informes apuntan a que habrá un aumento en la regulación, incluyendo leyes como el «Protecting and Transforming Cyber Health Care (PATCH) Act of 2022», lo que requerirá que las soluciones en ciberseguridad cumplan con una gran cantidad de leyes sobre privacidad, informes, pagos, soberanía de datos y resiliencia.
«El talón de Aquiles del sector sanitario: los peligros cibernéticos del Internet de las Cosas Médicas», afirma Badette Tribbey, una de las voces detrás de los informes SOTI. Los expertos han destacado cómo la creciente adopción de dispositivos IoMT, como resonancias magnéticas, bombas de insulina y dispositivos portátiles, ha incrementado significativamente los riesgos para los proveedores de atención médica.
La complejidad en la seguridad de estos dispositivos IoMT, su dificultad para mantener actualizaciones de seguridad y su vulnerabilidad frente a ataques de ransomware son algunos de los problemas críticos identificados en el sector. Los dispositivos IoMT sin parches se han convertido en activos altamente vulnerables que pueden ser usados para infiltrarse en sistemas y provocar fugas de datos.
Estudios conjuntos han revelado que más de la mitad de los ataques cibernéticos en el sector sanitario se deben a brechas de seguridad en dispositivos IoMT. Expertos instan a un enfoque proactivo para abordar estas vulnerabilidades y mejorar la protección de los datos médicos sensibles, advirtiendo sobre posibles interrupciones en caso de que no se tomen medidas adecuadas.
Si en este 2022 muchos han sido los hospitales y centros clínicos que han visto peligrar su actividad por ciberataques en el nuevo año el sector sanitario se enfrenta a un escenario desafiante en materia de ciberseguridad, que demanda soluciones innovadoras y estrategias efectivas para proteger la información crítica de los pacientes y mantener la continuidad de los servicios médicos en un entorno digital cada vez más complejo y expuesto a amenazas.
