El Director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, planteaba el pasado viernes al Senado que se consideren los ciberataques como acciones o ataques de guerra, equiparándolo así a otros como los ataques químicos, reconocidos por la Carta de Naciones Unidas como agresiones armadas.
Según Sanz Roldán, y como ha quedado patente en decenas de ocasiones, los ciberataques pueden llegar a «ser peores que las armas convencionales; ha llegado el momento de la que legislación internacional y nacional incorpore como tal los ataques en el ciberespacio».
«Si con un ordenador se atacan los sistemas que soportan la democracia en España, eso es una agresión tan dura como cualquier otra, por lo tanto España estaría legitimada como cualquier agredido a una represalia, a acudir a la comisión internacional, denunciar al atacante, etcétera», reclamó.
En el marco de las jornadas «Guerra Híbrida: nuevas amenazas» organizadas por el Instituto de Seguridad y Cultura, Sanz Roldán solicitó también que se «ponga una limitación en la seguridad de los dispositivos electrónicos, de modo que se puedan pedir responsabilidades en función del empleo que se hagan de ellos.
El CNS se encargará de las fake news
Al respecto, el general insistió en la necesidad de crear un organismo, -o designar a uno ya existente-, para que centralice la detección de las también denominadas «noticias falsas» y su gestión. En principio, será el Consejo Nacional de Ciberseguridad (CNS), que dirige el jefe del CNI, el que se ocupe de la tarea, sin perjuicio de que en el futuro se habilite un ente ad hoc.