Hiscox desvela el Decálogo del Buen Directivo 2.0 para que los líderes de las empresas sean conscientes y estén preparados ante la nueva realidad social y empresarial
La transformación a la que se está viendo sometida la sociedad en los últimos meses ha dado lugar a una nueva realidad. Una nueva realidad que trae consigo nuevas preocupaciones para las empresas y para aquellos que las dirigen. Ante este escenario, son muchos los retos a los que se enfrentan empresas y directivos. Por ello, Hiscox ha presentado el «Decálogo para el Buen Directivo 2.0″. El objetivo de este decálogo es que los líderes de las empresas sean conscientes y estén preparados para hacer frente a tales cambios. Gracias a ello se minimizarán los riesgos de sufrir una demanda por una gestión negligente en el ejercicio de su cargo. La transformación digital, un concepto desconocido para muchos hace poco, se ha convertido en una obligación si se quiere subsistir. Más aún cuando la pandemia de COVID-19 está causando cambios sustanciales. Hiscox desvela el Decálogo del Buen Directivo 2.0.
La transformación digital del tejido empresarial español abre la puerta a nuevos negocios, mercados, clientes y métodos de trabajo. Por desgracia, también lo hace a nuevos riesgos, y a una mayor exposición a los mismos. Según el último Informe de Ciberpreparación de Hiscox, el 53% de las empresas de nuestro país notificaron haber sufrido al menos un incidente ciber el pasado año; además, la proporción de PYMES que sufrieron ciberataques aumentó del 38% al 43%. Muchas de ellas, por si no fuera suficiente, experimentaron ataques múltiples. Adicionalmente, la pandemia ha puesto de manifiesto dos realidades. Por un lado, la difícil situación económica ha afectado, de forma negativa, a muchas empresas que se vieron en la obligación de detener su actividad. Como consecuencia de ello, a finales del pasado 2020, las compañías en concurso de acreedores aumentaron un 45%. El año pasado fue especialmente duro para el sector empresarial en España.
La crisis sanitaria saca lo mejor del trabajador
La crisis sanitaria ha sido (está siendo) un grave obstáculo en muchos sentidos. Dentro del marco empresarial, los afectados por la covid-19 se las han tenido que ingeniar para poder salir adelante. Se puede decir que la crisis sanitaria ha visibilizado cómo las personas son el motor de las compañías en muchos niveles. Desde el inicio de la crisis, los directivos coinciden, según recoge KPMG, que lo importante que es garantizar el bienestar de sus empleados. Hay que cumplir con las obligaciones en materia de prevención de riesgos y velar por el bienestar físico y mental de los empleados. De igual modo, el directivo debe centrarse en implantar políticas de diversidad e inclusión que garanticen la integridad de todos los trabajadores para hacer de las empresas un lugar de inclusión donde cualquier persona pueda desarrollar su actividad con la máxima seguridad.
Otro de los retos viene marcado por la sostenibilidad. Por obligación, por necesidad o por el bien de las futuras generaciones, las empresas están estableciendo estrategias de sostenibilidad en el ADN del negocio. Los consumidores y los inversores buscan cada vez más firmas que cuiden el medio ambiente. Y es que, según una encuesta realizada por PwC, alrededor de dos tercios de los consumidores se han decantado por una determinada marca por sus políticas ambientales. Los directivos son los responsables de implantar las políticas medioambientales de sus empresas y de reforzar el mensaje de sostenibilidad que existan en sus objetivos. Para todo ello, Hiscox pone a su disposición Hiscox D&O, la renovada póliza para Administradores y Directivos. El producto, diseñado para cubrir los siniestros más habituales, añade más de 10 nuevas coberturas con más de 20 extensiones de cobertura adicionales, ofrece el condicionado más sencillo y vanguardista del mercado.
