La compañía automovilística Volvo sufre un ciberataque que tiene como principal efecto el robo de datos relacionados con I+D
2021 se acaba, y los ciberdelincuentes pueden estar orgullosos de él ya que ha sido su año más prolífico ¿Motivo de alegría para el resto? Evidentemente, no. Este año hemos sido testigos de una batería de ciberataques que han causado graves perjuicios a empresas, ciudadanía y países en general. Por desgracia, este annus horribilis aún no ha terminado, ni los ciberataques tampoco. Es más, tenemos que informar de otro más destinado a una conocida empresa automovilística: Volvo Cars. El fabricante de vehículos sueco ha emitido un comunicado anunciando haber sido víctima de un ciberataque, cuyo efecto principal ha sido el robo de datos de I+D. Por suerte para la compañía, la sustracción de datos no involucra todo lo almacenado, sino una cantidad limitada. Por supuesto, Volvo Cars ya ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y ver el alcance del ciberataque. La compañía automovilística Volvo sufre un ciberataque.
Con la investigación ya en curso, la compañía busca también si el ciberataque ha tenido otras consecuencias. De momento, según informan en el comunicado publicado, el ciberataque no parece haber tenido impacto alguno en la seguridad de los coches de sus clientes. De forma adicional, también han confirmado que no ha habido filtración de datos de sus clientes: nombres, documentos, teléfonos, mails, etc. sí han confirmado que este ataque informático podría generar un impacto en la operación de la empresa, aunque desconocemos de qué forma. Un ciberataque tiene varios efectos, siendo uno de los más problemáticos el tener que detener la producción. Por supuesto, la compañía ha tomado medidas adicionales de ciberseguridad para evitar un mayor acceso a sus propiedades intelectuales. Estaremos pendientes de cualquier novedad adicional que surja sobre este nuevo ciberataque ya que Volvo Cars no ha dado más información de momento.
2021 bate todos los récords
2020 fue un año para olvidar en todos los sentidos: pandemia, ciberdelincuencia, encierros… Lamentablemente, aunque 2021 está siendo algo mejor en ciertos aspectos, la ciberdelincuencia ha sido protagonista de un crecimiento exponencial a lo largo de este curso. Los ataques ransomware han aumentado tanto su cantidad como su gravedad; las ciberestafas han visto un auge muy similar, con la aparición de nuevas argucias cuyo objetivo no es otro que captar más víctimas; aumento de ataques a estructuras críticas, sector sanitario, educación, financiero… La situación es extremadamente grave, y 2022 tiene todo los visos de seguir la misma tendencia. De hecho, los expertos vaticinan que el próximo año será peor seguiremos viendo un aumento de las actividades ciberdelictivas a todos los niveles. Si bien es cierto que no sabemos qué pasara realmente el próximo año, los datos no suelen engañar y la tendencia es clara.