Los peligros del Metaverso y sus consecuencias para el usuario si no se toman las medidas adecuadas para protegerse de los ciberdelincuentes.
Metaverso. El inconfundible Mark Zuckerberg, creador de la archiconocida red social Facebook (ahora META), quiere revolucionar la forma de interactuar en las redes con el concepto mencionado anteriormente. Pero, ¿Qué es el Metaverso? Decir brevemente que se trata de un mundo virtual concedido para que los usuarios de a pie y empresas puedan interactuar con libertad. El concepto, si bien no es precisamente nuevo, supone una revolución a lo visto anteriormente por todo lo que intenta abarcar. Cuando decimos que no es precisamente es porque ya se ha intentado en otras ocasiones. ¿Alguno recuerda el nombre Second Life? Por si alguien no lo conoce, se trata de un mundo virtual que fue creado en 2003 por la compañía Linden Lab. Han pasado casi 20 años desde su creación pero aún sigue en funcionamiento, aunque ahora con un poderoso rival. Los peligros del Metaverso y sus consecuencias para el usuario.
Las posibilidades del Metaverso creado por Mark Zuckerberg son infinitas, e intenta abarcar un sinfín de opciones para todos aquellos que se sumerjan en él. Entretenimiento, negocios, sociabilización, etc. Todo aquello que podamos hacer en la vida real (o casi todo), lo podremos replicar en el Metaverso de Facebook. La siguiente generación de internet lo denominan; un mundo virtual creado para que todo el mundo se una a él y disfrute de la experiencia. Eso sí, sin olvidar de vivir la vida real. El Metaverso de Facebook promete revolucionar el concepto de las redes, y sus creadores están haciendo una gran inversión para conseguirlo. A principios de año, Meta anunció que Facebook Reality trabajaría para llevar la RV a este universo, profundizando así en mejorar la experiencia de inmersión total. No es un proyecto ambicioso, es algo titánico. Cuando llegue, lo veremos. Mientras tanto, hay algunas dudas por resolver.
La seguridad de la red de redes, en entredicho
Vivimos una época convulsa en lo referente a ciberseguridad. Desde hace unos años, estamos siendo testigos de un claro aumento de las actividades delictivas de una serie de grupos que han proliferado enormemente. La inseguridad es cada vez mayor, por lo que apostar por la creación de un universo de esta clase es, quizás, algo demasiado arriesgado. Salvo, claro está, que las medidas de ciberseguridad que tome Meta sean de «otro universo». Los ciberdelincuentes campan a sus anchas por cualquier sitio, causando estragos haya donde llevan a cabo sus prácticas. 2021 ha sido un año para olvidar, viéndose un incremento de ataques ransomware, campañas de phishing, smishing, vishing, etc., y una incapacidad clara de frenar su avance. Incapacidad no por falta de medios o talento, sino porque la tecnología es igual para todos. Ante un panorama así, ¿Quién se atrevería a sumergirse en un mundo virtual?
Esa sensación de inseguridad nos acompaña en cualquier acción que realizamos y que requiere el uso de internet. Ver una app bancaria desde un smartphone, recibir un correo con un archivo adjunto, gestionar cuentas sociales… Todo puede ser víctima de un ciberataque, sobre todo cuando en algunos países la cultura de ciberseguridad no ha alcanzado cierta madurez. Cómo sería en España es una incógnita, pues si bien nuestro país es de los más ciberseguros, también lo es donde menos cultura hay entre el ciudadano de a pie. Algo así juega en contra a la hora de sumergirse en el Metaverso que plantea Mark Zuckerberg. ¿Por qué? Muy sencillo: si no distinguimos entre un ciberdelincuente y una persona/empresa real, estamos metiéndonos en la boca del lobo. El Metaverso es una gran oportunidad para llevar a cabo toda clase prácticas delictivas. Evidentemente, entendemos que Zuckerberg y equipo tomarán medidas para evitarlo.
Medidas de ciberseguridad para el Metaverso
¿Qué medidas debe tomar la compañía para evitar que la ciberdelincuencia campe a sus anchas por el Metaverso? No vamos a ser los típicos de «consejos vendo, que para mí no tengo«. Somos conscientes de que la compañía tiene un equipo altamente cualificado para desarrollar las medidas defensivas que protejan a los usuarios. No obstante, la experiencia nos ha demostrado que, incluso las medidas más drásticas y/o severas, pueden ser vulneradas. Lo vemos todos los días con la aparición de casos de ciberataques a empresas, universidades, centros de salud, cadenas de suministro, etc. Una cosa es segura: el Metaverso va a requerir vigilancia constante para evitar que la ciberdelincuencia prospere más de lo debido. Y cuando decimos «vigilancia constante» es 24 horas, 7 días a la semana, los 365 días del año. Estamos hablando de la revolución del mundo virtual, un paso de gigante que nadie ha dado todavía.
Vamos a entrar en un supuesto. El Metaverso, por lo que fuera, ha sufrido una grave brecha de seguridad a causa de una vulnerabilidad descubierta en su código. Los ciberdelincuentes, avispados como nadie, la han visto y han aprovechado el momento para lanzar sus ciberataques ¿Cuáles podrían ser sus efectos adversos? La idea de Meta es que el mundo virtual sea para todos, esto incluye a usuarios corrientes y a empresas. De hecho, ya algunas interesadas en plantar su semilla en él. La brecha de seguridad es de una gravedad extrema; se han filtrado datos sensibles como información personal, clientes, números de cuenta, proyectos secretos, etc. El daño causado no se puede cuantificar, y Meta estaría metida en un lío del que salir costaría la vida prácticamente. ¿Qué pasaría si compañías y usuarios decidieran tomar medidas contra Zuckerberg? Los peligros del Metaverso y sus consecuencias para el usuario.
El futuro del Metaverso: ¿real o una utopía?
No sabemos cuándo llegará, cómo lo hará y qué medidas se implementarán, pero está claro que el Metaverso de Facebook va a dar de qué hablar. Su continuidad en el tiempo dependerá de muchos factores, entre ellos contar con un nivel de ciberseguridad a prueba de catástrofes bíblicas. Una cosa sí tenemos clara, y es que estamos deseando adentrarnos en el Metaverso que plantea la compañía. No solo por curiosidad, sino por saber si lo que plantea se hace realidad o se queda en una «meta-utopía«. Aún queda bastante tiempo para su llegada, pero es evidente que todo el tiempo que reste para su despliegue se va a encontrar en boca de todos. La cuestión es si para bien, para mal o para indiferencia de los colectivos. El proyectos es ambicioso, ilusionante para muchos y una prueba de fuego para el concepto nacido hace ya varios años.
