En las contraseñas es esencial evitar el uso de información personal, como nombres, fechas de nacimiento o palabras relacionadas con nuestras vidas cotidianas.

En la era digital, nuestras vidas están intrínsecamente ligadas a contraseñas. Desde nuestras cuentas de correo electrónico y redes sociales hasta nuestras transacciones bancarias en línea, las contraseñas son el primer y a menudo único escudo que nos protege de los intrusos cibernéticos. Sin embargo, en demasiados casos, las contraseñas son débiles y fáciles de descifrar, dejando nuestras vidas digitales expuestas a amenazas. En este artículo, exploraremos la importancia de las contraseñas seguras y compartiré contigo las mejores prácticas para crearlas, ayudándote a fortalecer tus defensas en el mundo cibernético.

De acuerdo con un estudio realizado por Home Security Heroes, más de la mitad (51%) de las contraseñas comunes pueden ser descifradas al instante por una inteligencia artificial. Estas contraseñas incluyen aquellas que tienen entre 4 y 11 caracteres. En otras palabras, la mayoría de las contraseñas utilizadas por los usuarios son vulnerables ante cibercriminales que aprovechan la IA para intentar acceder de manera fraudulenta a una cuenta.

La vulnerabilidad de contraseñas débiles

El primer paso para proteger nuestras cuentas y datos personales es comprender la vulnerabilidad de las contraseñas débiles. Los piratas informáticos utilizan diversas técnicas, como el «ataque de fuerza bruta» y el uso de contraseñas comunes, para descifrar contraseñas sencillas y predecibles. Esto nos pone en riesgo de robo de identidad, fraude financiero y violación de nuestra privacidad.

Características de una contraseña segura

Una contraseña segura debe ser única, compleja y fácil de recordar para ti, pero difícil de adivinar para otros. Debe contener una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Además, es esencial evitar el uso de información personal, como nombres, fechas de nacimiento o palabras relacionadas con nuestras vidas cotidianas.

La importancia de la longitud: Una contraseña segura debe tener una longitud considerable. Cuanto más larga sea, más difícil será para los atacantes descifrarla mediante técnicas automatizadas. Se recomienda utilizar contraseñas de al menos 12 caracteres.

Evita contraseñas comunes y patrones predecibles: Evita utilizar contraseñas comunes o patrones predecibles, como «123456», «qwerty» o «password». Estas contraseñas están en la lista de las más utilizadas y son los primeros objetivos de los piratas informáticos. Además, evita el uso de secuencias de teclado o palabras que se encuentren juntas en el diccionario.

Actualización regular de contraseñas: Es fundamental actualizar regularmente nuestras contraseñas. Esto reduce la probabilidad de que las contraseñas sean comprometidas y brinda una capa adicional de seguridad. Se recomienda cambiar las contraseñas al menos cada tres meses.

Autenticación de dos factores (2FA): La autenticación de dos factores es una medida adicional que debemos considerar. Al activarla, requerimos un segundo factor, como un código generado por una aplicación o un mensaje de texto, además de nuestra contraseña. Esto dificulta enormemente el acceso no autorizado incluso si la contraseña se ha comprometido.

El uso de administradores de contraseñas: Los administradores de contraseñas son herramientas útiles para gestionar y recordar contraseñas seguras. Almacenando nuestras contraseñas en un solo lugar cifrado y protegido, podemos generar contraseñas complejas y únicas para cada cuenta sin tener que recordarlas todas.