Los personajes públicos son si cabe perfiles mucho más atractivos para los ciberdelincuentes por el alto valor que sus datos personales tendrían en el mercado negro
Recientemente se conoció como el bufete de abogados Grubman Shire Meiselas & Sacks, uno de los bufetes más importantes de EEUU situado en Nueva York, había sido hackeado.
La noticia trascendió las fronteras americanas principalmente porque dicho bufete tenía entre sus clientes habituales a personajes públicos de alcance internacional como Sofía Vergara, Lady Gaga, Madonna, Drake o Robert de Niro. Concretamente, según se hizo público, los ciberdelincuentes habrían filtrado ya un contrato de Madonna y que hace referencia a su Madonna’s World Tour 2019-20. Un documento que contendría la información privada de empleados.
Este ha sido según la BBC, el “entrante” a un plato principal que albergaría más 756 GBs de información con información sobre contratos, casos relacionados con personajes públicos como los mencionados y principalmente mucha información de carácter personal.
Tras el hackeo, los ciberdelincuentes comenzaron a pedir un rescate que según publica la CNN, alcanzaría los 42 millones de dólares aunque al parecer el buffet de abogados ya estaría trabajando con el FBI y se negaría a pagar dicho rescate como recomendación por parte de dicha institución.
Siguiendo la declaración de un portavoz de la compañía a la cadena CNN, podría tratarse de ciberdelincuentes extranjeros que seguirían el mismo patrón que otros muchos ciberataques a grandes compañías de EEUU: “La filtración de los documentos de nuestros clientes es un ataque despreciable e ilegal de estos ciberterroristas extranjeros que se ganan la vida intentando extorsionar a compañías estadounidenses de alto perfil, entidades gubernamentales, artistas, políticos y otros”
Igualmente, tras el escándalo provocado por la posible brecha de datos personales de personajes públicos, han sido varios los medios que se llegaron a hacer eco de que este grupo de ciberdelincuentes también tendría información privada del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Un hecho que desde la propia compañía han desmentido pues “nunca Donald Trump fue nuestro cliente”, comentaba el portavoz de la compañía a la CNN.