Samsung Galaxy S7 puede ser hackeada con Meltdown. Existe la posibilidad firme de que otros terminales de otras marcas también sean vulnerables. La revelación de los defectos generalizados del hardware ha forzado a los fabricantes a contener las consecuencias.
Comprueban que la terminal de Samsung Galaxy 7 es, probablemente, vulnerable a ser hackeada por Meltdown, un agujero de seguridad en el hardware que afecta a los procesadores Intel x86, a los procesadores IBM POWER que permite un que un proceso maligno pueda leer de cualquier lugar de la memoria virtual. Se descubrió que prácticamente cualquier PC reciente era vulnerable por este error de actitectura junto con Sprectre.
En estos momentos de crisis de la ciberseguridad, uno de los mayores alivios era la aseguración de que los smartphones eran inmunes a cualquier peligro, pero un grupo de investigadores de la Universidad Técnica de Graz en Austria acaba de revelar que esto es falso.
Los ingenieros académicos anuncian haber encontrado una forma de vulnerar smartphones Samsung Galaxy S7 a partir de este fallo. Y presentarán todos los detalles en la conferencia de seguridad Black Hat 2018 en Las Vegas.
Al tratarse de un hackeo basado en Meltdown existe la posibilidad firme de que otros terminales de otras marcas también sean vulnerables. Y eso buscan ahora justamente los investigadores en estos momentos.
Mientras tanto Samsung ha afirmado que durante todo el año han liberado actualizaciones y parches de seguridad para proteger a usuarios de este fallo. Así que más vale aplicar esos cambios lo antes posible.
«Hay potencialmente más teléfonos afectados que aún no conocemos. Existen cientos de millones de teléfonos que se ven afectados por Meltdown y no pueden ser parcheados porque los propios proveedores no lo saben«, comenta a Reuters Michael Schwarz, investigador principal de la universidad.
A día de hoy se desconocen casos de hackers que exploten las vulnerabilidades en un ataque en el mundo real, pero la revelación de los defectos generalizados del hardware ha sacudido la industria informática, forzando a los fabricantes de chips y dispositivos a luchar para contener las consecuencias.