La SuperBowl 2020, número 100 en su historia, no pasará a la historia por un partido memorable. Pasará a la historia por ser la primera SuperBowl super hackeada. Los Mahomes, Garoppolo, Hill, Kelcie, Hardman, Bosa, Sherman, Samuel y todo el elenco  de estrellas que han llegado a la final se han quedado en stand by para los 200 millones de espectadores que se calcula ven este acontecimiento deportivo.

Todo empezó con una declaración de intenciones. Al poco del inicio del partido, millones de fans vieron como la aplicación NFL Game Pass se derretía. En esos minutos los San Francisco 49ers, aprovechaban para marcan de ‘punt’ un 3-0 que les aventajaba en el marcador.

El resto del partido transcurrió sin (cyber)incidentes; Garoppolo y los suyos, con más efectividad que juego se marchaban 10-10 al vestuario. En el regreso, los de San Francisco aprovechaban la indolencia de las flechas rojas para marcarse un par de jugadas rápidas que les aventajaron en el marcador hassta el 10-20.

Y entonces apareció Patrick Mahomes. El ‘golden boy’ de la Liga, lideró una remontada que posicionó tras 2 touchdown consecutivos en el 4Q a los Chiefs por delante del marcador.

Y a partir de ahí el silencio.

Millones de fans en todo el mundo, a 2 minutos y pico para el final del partido (con marcador apretado) se quedaron sin ver la resolución de un partido que acabó… pero no se sabe cómo.

Una vez más, los crackers han ganado partida a los hackers de mano blanca y los grandes eventos deportivos se convierten una vez más en blanco para estas organizaciones.

¿Estamos preparados? Todo parece indicar que no.

Si eres un experto en ciberseguridad, nos encantaría escuchar tu opinión sobre qué es lo que ha ocurrido.