En el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso escolar, incluido el Ciberacoso, que se celebra este 3 de noviembre la UNESCO y la Fundación Anar apuntan que el ciberbullying crece, aplicaciones sociales como WhatsApp, Intagram o TikTok son las plataformas donde más se produce este tipo de ciberacoso.
El ciberacoso o ciberbullying es una realidad en las aulas que se ha indo incrementando en los últimos años afectando a niños, niñas y jóvenes de edades y contextos diferentes. Es un tipo de acoso que se produce entre menores y en el que se utilizan los medios digitales como vía para hacer daño a la víctima.
El IV informe de prevención del acoso escolar en los centros educativos ‘La opinión de los estudiantes’, publicado por la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña, señala que el ciberacoso suele afectar a una persona (44%).
Algunas de las formas más comunes a través de las cuales se manifiesta el ciberacoso son las amenazas y burlas, la suplantación de la identidad y el envío de material con contenido sexual, siendo el Internet y el teléfono móvil los principales medios utilizados por los jóvenes para llevarlo a cabo.
Los datos del informe muestran que este tipo de acoso suele afectar con más frecuencia a una única persona (44%), detectándose diferencias según el sexo cuando las víctimas del ciberbullying, en la clase, son dos o más personas (36,2% chicas y 32,7% chicos).
Entre los medios a través de los cuales se sufre ciberacoso están la aplicación de mensajería WhatsApp (66,9%) y en segundo y tercer lugar redes sociales como Instagram (53,1%) y TikTok (48,6%).
De acuerdo con el 85,2% del alumnado, los acosadores/as son compañeros/as conocidos/as del centro escolar, siendo, en más de la mitad de los casos (53,9%) compañeros/as de la misma clase y en un 31,3% de las situaciones, pertenecientes a otras clases o cursos.
Características del ciberacoso
- Daño intencionado de diferentes formas: el ciberacoso puede tomar muchas formas: burlas, humillaciones, insultos, difusión de mentiras y rumores, hacerse pasar por la víctima para ridiculizarle, cerrar sus cuentas con denuncias falsas en las redes sociales, etc. Todo de manera intencionada para hacer daño psicológico, emocional y socialmente a la otra persona.
- Repetido en el tiempo. No se trata de incidentes aislados, peleas ni discusiones puntuales, el ciberacoso se convierte en rutinario y prolongado en el tiempo.
- Entre menores: por parte de un menor o grupo de menores hacia otro menor, pudiendo adoptar un rol de superioridad sobre la víctima.
- Con medios digitales: utilizan como herramienta los móviles, las redes sociales, fotos, vídeos, juegos online, correo electrónico, foros y cualquier otra aplicación móvil o servicio de Internet.
Cada situación es diferente, pero sus consecuencias pueden ser psicológicas graves, dañando la autoestima de las víctimas y su capacidad de relacionarse con los demás, incluso en algunas ocasiones pueden llevarlos hasta una depresión o ideaciones suicidas.