Con tanto dispositivo conectado, no es de extrañar que también se haya experimentado un enorme crecimiento en la cantidad de personas que utilizan smart phones; uso que pasó de un 35% en 2011 a un 77% en 2018.

Hablar de Wi-Fi hoy es como hacerlo de un “must have”. El acceso a Wi-Fi se ha convertido en una forma de vida. Desde los dispositivos móviles y los equipos portátiles hasta los sistemas de videojuegos y los electrodomésticos, casi todo, requiere de una conexión inalámbrica para funcionar. De hecho, según Gartner, se espera que el número de dispositivos conectados supere los 20.400 millones en 2020 frente a los 8.400 millones registrados hace apenas dos años.

Con tanto dispositivo conectado, no es de extrañar que también se haya experimentado un enorme crecimiento en la cantidad de personas que utilizan smart phones; uso que pasó de un 35% en 2011 a un 77% en 2018. O que el 94% de las personas considere que el Wi-Fi es el servicio más importante que una empresa puede brindar. Sin embargo, no se trata solo de proporcionar Wi-Fi, sino de hacerlo con plenas garantías de una conexión segura, pues hackerar una red Wi-Fi no es complicado y ya se sabe que los hackers prefieren ir a tiro fijo.  

Los usuarios son conscientes de que conectarse a cualquier Wi-Fi, ya sea pública o privada, tiene sus riesgos, pero incluso así, prefieren ignorarlo. Sino ¿por qué íbamos a hablar de que el 91% de los usuarios conoce los peligros que entraña la seguridad del Wi-Fi público y que el 89% prefiere ignorarlos?

Seamos realistas, las amenazas de red pueden provenir de cualquier lugar, presentarse en cualquier momento y generar problemas incluso antes de que se sepa de su existencia. Pero veamos el lado bueno, todas las amenazas tienen una cosa en común: que pueden ser evitadas. Solo hace falta estar preparado. Las empresas, sin importar su tamaño, deben mirar hacia el futuro y a las amenazas que se avecinan, eso sí, siempre estando preperadas para los ataques en constante evolución, asegurándose de que cuentan con las defensas de seguridad en capas que les permitan hacer frente a ello.

Amenazas que acechan a la empresa y necesidad de un estándar común

Existen varias amenazas de seguridad a la red corporativa que son comunes y provienen de la conexión Wi-Fi y que, pueden agruparse bajo seis categorías: puntos de acceso “gemelo malicioso”, puntos de acceso mal configurados, puntos de acceso no autorizados, cliente no autorizado, punto de acceso de honeypot o asociación errónea del cliente y red ad-hoc. Afortunadamente, también existen en el mercado diferentes técnicas de detección, clasificación, y prevención de amenazas que utilizan los Sistemas de Prevención de Intrusiones Inalámbricas (WIPS).

No obstante, con lo importante que es el Wi-Fi en nuestras vidas, todas las personas y organizaciones del mundo merecen conectarse con una red Wi-Fi de confianza. La única manera de lograrlo es estableciendo un estándar de seguridad Wi-Fi común para poder desplegar Entornos Inalámbricos de Confianza reales. Estos se distinguen por ofrecer y cubrir los tres ejes sobre los que pivotan las conexiones Wi-Fi: alto rendimiento, gestión escalable, seguridad integral verificada. Los entornos inalámbricos de confianza deben de ser iguales para todos, y esto solo ocurrirá cuando los usuarios reclamen que la seguridad sea prioritaria en los estándares y productos Wi-Fi.

Es hora de que proveedores y los organismos de estándares de la industria unan esfuerzos para establecer un estándar de seguridad Wi-Fi común a nivel global, porque en un mundo en el que las redes Wi-Fi abiertas van en aumento, los hackers Wi-Fi no solo pueden robar información personal, sino también propagar malware entre los equipos conectados a la red, lo que conlleva costes millonarios; algo que muchas organizaciones simplemente no pueden asumir. En pocas palabras, los sistemas Wi-Fi instalados hace siete años ya no son adecuados. A medida que los negocios se enfrentan a la responsabilidad de desarrollar sus redes Wi-Fi, deben tener siempre presente la seguridad como su punto de partida y todo bajo el paraguas de un entorno inalámbrico de confianza.