Dos tercios (el 66%) de los directivos de grandes instituciones financieras afirman que la carencia de capacidades digitales está limitando la efectividad de su operativa, a pesar de los grandes progresos logrados con la aplicación de tecnologías inteligentes como la nube, la biometría y el analytics de big data a sus operativas de gestión de riesgo. Según se desprende del estudio Financial Services Global Risk Management elaborado por Accenture, las compañías están encontrando dificultades para desarrollar las capacidades necesarias para hacer uso de los grandes flujos de información y adquirir ventaja a partir de ellas.
Para la elaboración del estudio, se llevaron a cabo encuestas a 475 directivos de gestión de riesgos en el sector de la banca, seguros y mercados de capital a nivel global. Una de las principales conclusiones es que tres cuartos de los directivos (73%) citaron un incremento de la velocidad, la variedad y el volumen de datos como obstáculo a la efectividad de sus operaciones de gestión de riesgo. Además, sólo el 10% afirmó que sus equipos de riesgo cuentan con los recursos necesarios para llevar a cabo las funciones que se les asignan.
“A medida que la naturaleza de los riesgos es cada vez mayor y más diversa, y la cantidad y calidad de los datos se incrementa, la necesidad de contar con capacidades que sirvan de puente entre la gestión de riesgos y las nuevas tecnologías es más urgente que nunca” ha afirmado Josep Nadal, Managing Director de Financial Services de Accenture.
“Desde la crisis financiera de 2008, el mundo ha cambiado por completo. Antes, las instituciones financieras respondían a temas de regulación y de control sumando talento. Ahora, en cambio, deben centrarse en aumentar los conocimientos digitales de sus empleados si quieren mantenerse al día en lo que a datos y tecnología respecta. Si bien la tecnología no puede reemplazar la experiencia y la ciencia de la buena gestión de riesgos, los equipos de riesgo que serán más efectivos a la hora de integrar tecnologías como el big data para establecer patrones y test de hipótesis serán aquellos que estén mejor posicionados para superar a sus competidores”.
La carencia de habilidades en gestión de riesgo ha sido una cuestión permanente entre las instituciones financieras desde la crisis financiera de 2008. Un tercio (32%) de los directivos mencionaron los recursos y el talento como el reto significativo en 2009, cuando Accenture comenzó a llevar a cabo el estudio de Risk Management. Dos años más tarde, la mayoría (53%) de los directivos apuntaron que estaban planeando incrementar su plantilla. En 2015, tan sólo el 41% pensaban que sus empresas tenían las aptitudes de tecnológicas digitales necesarias para la gestión de riesgos.
La anticipación a la próxima ola de riesgos es clave
De acuerdo con el estudio de este año, las funciones de riesgo todavía se encuentran en etapas tempranas respecto a la adopción de tecnologías inteligentes. Sólo una minoría de encuestados afirmó que se consideraban “sumamente competentes” a la hora de incorporar esas tecnologías a las operaciones de gestión de riesgo.
Una estrategia cada vez más común para combatir la escasez de talento es la búsqueda fuera de la propia plantilla existente, como forma de mejorar y ampliar el equipo. En este sentido, en torno a la mitad de los encuestados afirmaron que esperaban incrementar la externalización de servicios en áreas como la implementación de tecnología, la notificación de riesgos y el cálculo de las medidas de riesgo.
El informe aborda la gestión de riesgos desde tres dimensiones: en primer lugar, la integración, como por ejemplo la mejora de la integración entre las operaciones de riesgo y el resto de actividades; en segundo lugar, la tecnología, mediante el aprovechamiento de las tecnologías inteligentes, como son la automatización de procesos robotizados (RPA), la Inteligencia Artificial, el big data y analytics y el machine learning, para mejorar los resultados de riesgo; y, por último, el talento, a través del cual se puede obtener un abanico más amplio de capacidades que combine una experiencia operativa robusta con las competencias necesarias para utilizar nuevas herramientas y tecnologías.
El estudio también incide en que la integración de la gestión de riesgo en las compañías todavía tiene recorrido de mejora. De este modo, menos de un cuarto (24%) de los encuestados apuntaron que sus actividades de gestión de riesgos se coordinan en función de los tipos de riesgo; el 19% aseguraron que estas actividades son coordinadas a través de las líneas de negocio; y, por último, sólo el 23% afirmaron que poseen una fuerte integración entre riesgo y finanzas.
“La operativa de la gestión de riesgo ha experimentado grandes progresos desde que realizamos el primer estudio global en 2009”, ha rematado Nadal. “Las tecnologías inteligentes como la automatización de procesos de robotización y la inteligencia artificial se están instaurando de forma gradual, y cada vez más directivos anuncian la integración de analytics de riesgo dentro de la planificación y del proceso de decisión. Dicho esto, anticiparse a la próxima ola de riesgos, ya sean a nivel operacional, financiero o tecnológico, requiere una continua evolución de la operativa del riesgo y sólo las compañías que desarrollen las capacidades de riesgo adecuadas estarán mejor posicionadas para el crecimiento”.
Sobre Accenture 2017 Global Risk Study
The Accenture 2017 Global Risk Management Study es la quinta edición de un estudio cuya primera edición se elaboró en 2009. Se basa en entrevistas telefónicas asistidas por ordenador (CATI) a un total de 475 directivos senior de gestión de riesgos del sector de banca, seguros y mercados de capital a nivel global. Dichas entrevistas han sido realizadas por Longitude Research en representación de Accenture durante los meses de enero y febrero de 2017.