Empiezan las sanciones en EEUU por pagos ilegales con criptomonedas, siendo la primera en recibir este honor Suex, plataforma de compra/venta
Días atrás nos hicimos eco de una noticia relacionada con una serie de medidas relacionadas con los pagos ilegales con criptomonedas. Medidas tomadas por la Administración Biden-Harris y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos que buscan castigar a los que promuevan estos movimientos. En su momento vaticinamos que las primeras sanciones no tardarían mucho en llegar. La primera sanción ya ha caído, y la premiada ha sido Suex. Para aquellos que no la conozcan, decir que se trata de una plataforma que permite la compra y venta de las famosas criptomonedas. Según el Gobierno de los Estados Unidos, la empresa mencionada fue usada hasta en ocho ciberataque con ransomware para el pago de los rescates con este tipo de divisa. A la Administración Biden-Harris no le ha temblado la mano a la hora de ejecutar la medida. Empiezan las sanciones en EEUU por pagos ilegales con criptomonedas.
Suex se ha convertido en la primera plataforma de intercambio de criptomonedas sancionada. Evidentemente, no será la primera de la que, intuimos, será una larga lista de sancionadas. Según las investigaciones llevadas a cabo por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), esta empresa tiene un alto porcentaje de uso en actividades ilegales. Por ende, estamos hablando de la realización de operaciones prácticamente a la vista de las autoridades. Revela que más del 40% del historial de transacciones hechas con Suex eran ilegales. Ahora bien, una vez ejecutada la sanción, ¿Cómo afecta esto a la compañía? Entre las sanciones se incluyen: bloqueo de propiedades y activos, prohibición de uso a los usuarios de Estados Unidos, e impedir transacciones entre Suex e instituciones financieras. Estados Unidos tiene clara la línea a seguir, puesto que la mayoría de los pagos de los rescates se solicita por criptomoneda.
Las criptomonedas, divisa favorita para los ciberdelincuentes
Las criptomonedas, debido a su naturaleza digital, se han convertido en la divisa favorita de los ciberdelincuentes. El motivo es claro: su seguimiento es muy complicado. Esto, unido a la falta de regulación existente, ha generado que los rescates tras ataques ransomware se paguen con esta moneda. Las compañías, sobre todo aquellas que no pueden hacer frente a la situación, no dudan un segundo en pagar para desencriptar sus sistemas. Con ello podrían incurrir en un delito de financiación ilegal de la ciberdelincuencia; a pesar de ello, en ocasiones la necesidad aprieta ya que los daños pueden llegar a ser catastróficos. El auge de la ciberdelincuencia, y el uso de tecnologías cada vez más avanzadas, está obligando a tomar medidas drásticas tanto a empresas como a organismos estatales. Estados Unidos ya tiene en marcha diversos planes para hacer frente a este nuevo mal endémico; un mal que sigue alargando su sombra.
