El ciberespionaje a escala mundial copa las portadas del verano con casos de extrema gravedad que involucra a políticos o reyes
Las guerras del futuro no serán en tierra, mar o aire; serán en el espacio. Bueno, concretamente en el ciberespacio. Y no serán mañana; son hoy. Desde hace un tiempo, estamos viendo un súbito incremento de los ciberataques a infraestructuras críticas, uso de spyware en dispositivos de políticos, activistas e incluso reyes, etc. ¿El motivo? A decir verdad, conocer el verdadero motivo tras esta clase de movimientos no es sencillo; algunos pueden apuntar a espionaje mundial con motivos geopolíticos, otros a desestabilizar a un país, o a conseguir un buen botín con extorsiones. Varias opciones, y todas ellas válidas. Nos encontramos en una época donde cada bit de información es oro, y no se dudara en recurrir a prácticas ilegales para hacerse con ello; sea un particular, una empresa o un país. Ciberespionaje a escala mundial.
Ciberespionaje a escala mundial: ¿Quién está detrás de estos movimientos?
La pregunta tiene su miga… Saber quién está detrás de todo esto no es tarea sencilla de dilucidar. ¿Grupos de ciberdelincuencia organizada? En la actualidad hay organizaciones compuestas por miles de ciberdelincuentes que serían capaces de hacer caer a un país en una situación de caos brutal. REvil, Fin11, APT, Lazarus, Equation Group o Evil Corp son algunos de los ejemplos que podemos encontrar en la actualidad de grupos dedicados a la ciberdelincuencia. La gran mayoría de ellos proceden de Europa del Este o Asia, que es la zona donde se concentra la mayor actividad cibercriminal. De hecho, siempre que pasa algo los ojos apunta a tres países: China, Rusia o Corea del Norte. Evidentemente, esto genera tensiones entre los afectados y los países de origen, sobre todo ante la inacción de los segundos, a quienes se acusan de tener cierta implicación en estas actividades.
Si bien es cierto que hay grupos de ciberdelincuencia que actúan de forma privada, también lo es que existen grupos que lo hacen bajo orden de un país. La tecnología ha traído cosas muy positivas para la humanidad, pero en las manos inadecuadas puede resultar un arma muy peligrosa. Un arma que no se está dudando en usar para, por ejemplo, espiar las actividades de un país concreto. ¡Ojo, esto lo hacen todos! Que salga a la luz ya es otra cosa, bien para mantener una imagen de país cordial o para centrar las miradas en un país concreto. «Rusia es mala»; «China es mala»; «Corea del Norte es mala». No, todos somos malos o, mejor dicho, interesados. De no ser así, no existiría un software como PEGASUS, creado por la empresa NSO Group y que tanto están dando de qué hablar. Ciberespionaje a escala mundial.
El caso PEGASUS; NSO Group en el punto de mira
NSO Group, empresa de origen israelí, está copando la actualidad en lo referente a temas de ciberespionaje. Como bien recordaréis, este pasado mes de julio la temática principal ha sido el software PEGASUS y su uso, supuestamente fraudulento, para espiar a políticos, activistas, o reyes. Todo esto ha provocado una oleada de críticas hacia su creadora, quien se ha defendido con uñas y dientes alegando que su software no se usa para tal fin. En unas declaraciones, la empresa israelí mencionó que estaba investigando ya el asunto para esclarecer lo sucedido. A pesar de ello, esto no ha impedido que el Consejo de Seguridad Nacional de Israel tome cartas en el asunto. El Gobierno de Israel ha puesto en marcha su propia investigación. Ciberespionaje a escala mundial.
«Respaldamos nuestras declaraciones anteriores de que nuestros productos, vendidos a gobiernos extranjeros examinados, no se pueden utilizar para realizar vigilancia cibernética dentro de los Estados Unidos. A ningún cliente extranjero se le ha otorgado tecnología que les permita acceder a teléfonos con números estadounidenses». Declaración de NSO Group.
Los objetivos de PEGASUS: Políticos, reyes, activistas…
El asunto de ciberespionaje con PEGASUS como protagonista nos ha dejado un río de víctimas bastante importante. El caso estalló con el espionaje a 37 smartphones de periodistas y activistas. Entre los primeros se encontraba personal de medios tan importantes como: Post, CNN, Associated Press, Voice of America, New York Times, Wall Street Journal, Bloomberg News, Le Monde, Financial Times, o Al Jazeera. El objetivo de este espionaje no era otro que seguir las actividades realizadas por los miembros de estos medios. Evidentemente, estamos hablando de un caso de enorme gravedad, el cual da un paso más allá tras descubrirse que el ciberespionaje apunta a personalidades más importantes. Entramos en terreno farragoso y que deja atrás muchas preguntas.
Tres Presidentes: Emmanuel Macron, presidente de Francia y supuestamente espiado por Marruecos; Barham Salih, presidente de la República Irak; y Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica.
Tres Primeros Ministros: Imran Khan, de Pakistán; Mostafa Madbouly, de Egipto; y Saad-Eddine El Othmani, de Marruecos.
Siete Ex-Primeros Ministros: Ahmed Obeid bin Daghr, de Yemen; Saad Hariri, de Líbano; Ruhakana Rugunda, de Uganda; Édouard Philippe, de Francia; Bakitzhan Sagintayev, de Kazajistán; Noureddine Bedoui, de Argelia; y Charles Michel, de Bélgica.
Por si espiar a miembros de la clase política no se considerase ya un tema de extrema gravedad, entre los nombre ofrecidos por The Washington Post también estaba el de un Rey. Mohamed VI, Rey de Marruecos, ha sido víctima de esta trama de ciberespionaje mundial. España no se libra tampoco, pues se ha acusado al gobierno de espiar -usando el software Pegasus- a políticos catalanes ligados al independentismo. Está bien claro que hablamos de una situación que exige un nivel de atención especial. ¿Con qué objetivo se ha hecho? ¿Quién o quiénes están detrás? Parece una trama digna de una novela de John le Carré…
