• La pandemia ha acelerado la transformación digital tanto a nivel de usuario como empresarial, pero también ha provocado un aumento de la brecha digital con respecto a nuestros mayores

Cada día es más necesario promover un uso seguro y responsable de Internet, también entre nuestros mayores que, poco a poco comienzan a adoptar el uso de estas nuevas tecnologías para hacer más fácil su día a día.

Una digitalización a marchas forzadas 

Si de algo nos ha servido la pandemia ha sido para acelerar una transformación digital que fue iniciada hace unos años. En tiempo récord se aplicaron medidas para que herramientas como el teletrabajo, la educación a distancia, la telemedicina o los pagos y gestiones a través de la banca online, llegasen a todo el mundo.

Alguna de estas herramientas ya se han convertido en algo cotidiano para la mayoría de la población. Sin embargo, hay una importante parte de esta que ha visto mermada su autonomía por esta evolución acelerada, especialmente el rango de población más envejecida. Buen ejemplo de esto es la campaña “Soy mayor, no idiota”, que lleva recogidas 600.000 firmas para pedir atención humana en las sucursales bancarias.

Precisamente esta acelerada adopción de los nuevos servicios y productos digitales ha provocado un aumento de la brecha digital que ya estaba presente antes de la pandemia y, que hace que nuestros mayores se vean aislados a la hora de intentar obtener servicios básicos. ESET considera que ha llegado el momento de mostrarles nuestro apoyo y ayudarles en este camino hacia la digitalización. 

Las víctimas preferidas de los ciberdelincuentes

Desde hace ya años, venimos observando como ciertas estafas y ciberdelitos se han centrado en aquellas personas que no contaban con formación tecnológica alguna. Por la pandemia, muchas personas mayores tuvieron que aprender desde cero a utilizar smartphones para estar en contacto con sus seres queridos o para realizar trámites con la administración, que hasta el momento se hacían de forma presencial.

Los ciberdelincuentes, aprovechándose de esta situación excepcional, han utilizado técnicas aparentemente sencillas, pero bien realizadas para convertir a nuestros mayores en sus víctimas preferidas. Hemos visto campañas de todo tipo, desde las que suplantan a empresas de mensajería a las que se hacen pasar por nuestra entidad bancaria, y todas ellas con la finalidad de hacerse con los datos personales como los de la tarjeta de crédito o las credenciales de acceso a la banca online.

Si las personas mayores son víctimas de este tipo de ciberdelitos, no es porque sean más vulnerables per se, sino porque nadie les ha explicado debidamente cómo desenvolverse en el mundo digital.

Cambio de mentalidad 

En ese sentido, y con motivo del Día del Internet Seguro, ESET ofrece una serie de recomendaciones para ser más inclusivos con nuestros mayores y formarles digitalmente, también para evitar que sean víctimas de fraudes o estafas.

1. Las personas mayores necesitan ser formadas, ya sea observando e imitando comportamientos o mediante una mentorización por parte de alguien que esté capacitado a realizar un uso correcto de los dispositivos y servicios online que pueden interesarles.
2. Existen recursos de formación gratuitos como los que ofrece la Oficina de Seguridad del Internauta, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, con contenido enfocado específicamente para personas mayores.
3. También podemos evitar que sean víctimas de bulos o fraudes que les lleguen a través de mensajes o correos electrónicos enseñándoles a verificar las informaciones antes de darles veracidad y compartirlas con sus conocidos.
4. Enseñar a nuestros mayores a disfrutar de las ventajas un Internet seguro, para que se sientan incluidos en esta sociedad moderna y digital, y evitar caer en alguno de los peligros y amenazas que también están presentes.