Alberto Hernández, director general de INCIBE, ha puesto en valor la necesidad de fortalecer las capacidades de los profesionales que trabajan en la ciberseguridad y reforzar la colaboración internacional.

La tercera edición del Cybersecurity Summer BootCamp ha comenzado este pasado martes en León para dar paso a más de 600 horas de formación de alto nivel, de la que disfrutarán alrededor de 400 profesionales procedentes de 45 países. Este programa, que tiene una duración de 10 días, es una iniciativa del Instituto Nacional de Ciberseguridad, entidad dependiente del Ministerio de Economía y Empresa, en colaboración con la Organización de Estados Americanos (OEA).

En el acto de inauguración han participado el director general de INCIBE, Alberto Hernández; Belisario Contreras, gerente del Programa de Ciberseguridad en la Organización de los Estados Americanos (OEA); la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; Juan Carlos Suárez-Quiñones, Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la JCyL; Juan Francisco García, rector de la Universidad de León y Antonio Silván, alcalde de la ciudad. Todos ellos comprometidos con la causa del Instituto: “ayudar a formar y adiestrar a los mejores profesionales en ciberseguridad”.

Estas eran las palabras de su director general, Hernández, quien ha aprovechado este encuentro entre profesionales del ámbito político, administrativo, judicial y fiscal, organismos reguladores y cuerpos legislativos y, por supuesto, especialistas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y técnicos de equipos de respuesta ante incidentes cibernéticos (CERTs), para poner sobre la mesa “la necesidad de fortalecer las capacidades de los profesionales que trabajan en la ciberseguridad y reforzar la colaboración internacional. Debemos trabajar juntos e intercambiar información y experiencias y este es el objetivo fundamental de esta iniciativa”.

Juan Carlos Suárez-Quiñones destacó su convencimiento firme de la “trascendencia que tiene la formación de los profesionales del ámbito público en materia de ciberseguridad para el avance en la lucha contra la ciberdelincuencia, porque sólo a través de soluciones jurídicas y normativas que trasciendan lo puramente tecnológico podremos asegurar un entono digital seguro y fiable”.

Asimismo, el regidor de la ciudad protagonista también ha incidido en el rol de la formación dentro de la prevención de delitos y ciberdelitos. En referencia a las nuevas tecnologías, Antonio Silván ha recalcado que “están en nuestro día a día, por eso es esencial interiorizar el concepto de ciberseguridad, un concepto más allá de la protección de datos y que pasa por la divulgación en todos los sentidos, con ejemplos como la tercera edición del Cybersecurity Summer BootCamp, que sitúa la ciudad de León como referente internacional de la lucha contra el ciberdelito”.

En consonancia, el rector de la Universidad de León, Juan Francisco García, ha puesto de manifiesto la importancia de un evento de tal relevancia para consolidar la ciberseguridad en la Institución y en el entorno. “La ULE tiene colaboraciones con INCIBE de forma continua en forma de masters, la escuela de ingeniería informática y en esta iniciativa de capacitación. No cabe duda de que seguirá así porque estas actividades son lo que debe verdad marcan la diferencia entre una rutina universitaria y una actividad que puede llegar a todo el mundo, en este caso procedente de diversos países y que es bueno para todos nosotros”.

Por su parte, Belisario Contreras, de la OEA, ha mencionado la colaboración con INCIBE y la materialización de muchas iniciativas conjuntas de cooperación en ciberseguridad, “la mejor forma de atacar los ciberincidentes es actuando de una manera coordinada y transnacional, creando redes de confianza entre todos los países. Esta es una de muchas otras iniciativas que la OEA y España e INCIBE vienen trabajando desde hace unos años”.

El acto lo ha cerrado Virginia Barcones, delegada del Gobierno en CyL, destacando que “con iniciativas como ésta estaremos más preparados para evitar que puedan burlar las medidas de seguridad en el ciberespacio, prevenir este tipo de delitos y perseguirlos, sirviendo además para que los participantes se conozcan y entablen lazos de cordialidad que aumenten los parámetros de esa colaboración necesaria para mitigar los efectos de una delincuencia que no conoce fronteras”.