T-Mobile confirma la filtración de nuevos datos, como el ID de la tarjeta SIM que afecta a los clientes de contrato, es decir, 7.8 millones de usuarios
La filtración de datos sufrida por T-Mobile la pasada semana sigue dando de qué hablar. En primera instancia os informamos sobre una posible filtración que afectaría a más de 100 millones de clientes; días después, la propia T-Mobile reveló que los afectados ascendían a 47 millones en realidad. Como no hay dos sin tres, la compañía ha revelado recientemente que la filtración es más grave de por sí. La compañía alemana lleva investigando el caso desde hace días, lo cual está sacando a la luz nueva y grave información. Según hemos podido saber, entre los datos filtrados también se encuentran los Datos IMEI/IMSI. Estos datos, son, para aquellos que no lo sepan, eID de la tarjeta SIM que está vinculado al número del teléfono móvil. La situación se agrava. T-Mobile confirma la filtración de nuevos datos, como el ID de la tarjeta SIM.
¿Qué puede suponer la filtración de estos datos? Pues muy sencillo: rastreo de los dispositivos móviles o secuestro del número de teléfono para interceptar códigos de autenticación de dos factores. La filtración no afecta a los 47 millones de clientes confirmados por T-Mobile, sino a una parte. No obstante, el numero no es pequeño ya que hablamos de un total de 7.8 millones de usuarios, todos ellos de contrato. Ante la gravedad del asunto, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) se ha puesto manos a la obra para investigar qué ha pasado. Además, la comisión ha presentado una demanda colectiva contra T-Mobile. La compañía alemana, para recompensar a sus clientes por la situación vivida, ha ofrecido dos años gratuitos de protección contra robo de identidad de McAfee. La FCC considera que algo es así es inadecuado. Los problemas se le multiplican a T-Mobile.
El objetivo era vender los datos al mejor postor
Que T-Mobile está metida en un problema serio es algo que no se le escapa a nadie. La compañía, además de hacer frente a la filtración, tiene que lidiar con la FCC y la demanda colectiva que le ha caído. Todo ello se suma a lo que tenían pensando hacer los ciberdelincuentes con los datos robados a 47 millones de clientes. Según conocimos el primer día, el encargado de perpetrar esta filtración tenía como objetivo vender los datos a 6 Bitcoin, es decir, unos 274000 dólares al cambio. Si lo ha conseguido o no es algo que desconocemos por el momento ya que la compañía no ha revelado más información al respecto. Lo cierto es que el tema sigue dando coletazos, y no sabemos cuándo va a acabar y cómo.