Gadi Naveh, experto en prevención de amenazas de Check Point, explicó durante su participación en Mundo Hacker Day 2017 «lo fácil que es para los delincuentes lanzar un ciberataque» utilizando ingeniería social combinada con otras técnicas, y qué pueden hacer las empresas para prevenirlo.
Frente a las opciones de crear un malware desde cero, robar información o credenciales, realizar un ransomware, etc. Naveh plantea una posibilidad mucho más sencilla: «existe un método más rápido y fácil para crear un imperio del cibercrimen: aprovecharse de las herramientas creadas por otros hackers”. En este sentido, el especialista comenta los siguientes pasos que llevan a cabo muchos hackers cuando se enfrentan a la cuestión de ¿cómo lanzar un ciberataque?:
Paso 1: Ingeniería social
El eslabón más débil de la empresa en lo que a ciberseguridad se refiere es el empleado. Los ataques de ingeniería social se basan en engañarles para que faciliten un ciberataque. Una de las formas más populares de hacerlo es falsificando una web. Al creer que están en un site de confianza, el usuario no dudará en escribir sus claves de acceso, que quedarán en manos del ciberdelincuente. Hay varias herramientas en internet que permiten crear una página falsa en cuestión de minutos.
Paso 2: Conseguir una lista de contactos a la que atacar
Con una simple búsqueda en Google, cualquier persona puede encontrar listas de email a diferentes precios, que contienen direcciones de correos de los trabajadores de muchas empresas, incluso de sus CEOs.
Paso 3: Contratar un servicio que envíe el email malicioso
Existen grupos de hackers que se encargan de enviar el ataque a la lista de contactos previamente adquirida. Ofrecen lanzarlo desde dominios aparentemente legítimos, y que no sean bloqueados por el filtro antispam del cliente de correo electrónico de la víctima.
Siguiendo estos tres simples pasos, cualquier persona puede convertirse en un ciberdelincuente.
Otra práctica común según Naveh consiste en descargar un malware conocido y hacerlo indetectable para las soluciones de ciberseguridad tradicionales. Algo relativamente sencillo, ya que se puede hacer con programas que pueden ser fácilmente encontrados en internet.
Por último, Gadi Naveh mencionó dos variantes de ciberamenaza cada vez más común: el exploit kit-as-a-service y el ransomware-as-a-service. Los exploit kits sirven para descubrir y explotar vulnerabilidades en los dispositivos infectados, y después instalan el malware de sus clientes. Con respecto al ransomware-as-a-service, su creador lo alquila al delincuente interesado. Una vez se produce el secuestro online, se reparten los beneficios.