Los elementos básicos como el DNI, los datos bancarios o el número de teléfono son considerados como datos personales por la mayoría de los encuestados, frente a las fotografías y los perfiles en las redes sociales, de los que aún no hay una percepción tan asentada.
A pesar de que se ha incrementado el conocimiento sobre los datos personales y su finalidad, especialmente en materia de redes sociales, el 34% de los españoles aún no considera que su perfil en estos canales sea un dato personal. Esta es una de las principales conclusiones del Estudio “Vida Digital” elaborado por la compañía CPP Group Spain, realizado en el 2019, donde se analizan las percepciones y preocupaciones de los españoles en materia de riesgos digitales y el uso que realizan los mismos de las herramientas que internet y las nuevas tecnologías ponen a su alcance.
Una de las primeras cuestiones recogidas en el estudio profundiza en el conocimiento de los usuarios, con una edad comprendida entre los 18 y los 69 años, sobre lo que es un dato personal y privado. El documento nacional de identidad, el pasaporte o el carnet de conducir es el dato que todas las generaciones identifican como personal, con un 94% de afirmaciones, seguido de los datos bancarios (90%), contraseñas (88%) y números de teléfono (87%).
Los elementos básicos, todos presentes en la vida de los ciudadanos antes de la conocida como “era digital”, presentan un mayor grado de concienciación en cuanto a la privacidad.
Sin embargo, un 25% de los españoles no considera su dirección de correo electrónico como dato personal, siendo una información que los expertos apuntan como relevante y con la que nos exponemos, por ejemplo, a una suplantación de identidad, una actividad de ciberdelincuencia cada vez más extendida también conocida como mail spoofing.
“Es importante plantearnos si tenemos conciencia sobre la relevancia de los datos personales que ponemos a disposición de terceros y los riesgos que esto conlleva. Es la premisa fundamental para después utilizar los mecanismos de seguridad existentes que nos permitan garantizar la protección de nuestros datos y, por extensión, la exposición de nuestra identidad ante un posible uso fraudulento de los mismos”, afirma Javier Del Portillo, Managing Director de CPP Group Spain.
Los perfiles en redes sociales y las fotografías personales
La compañía de servicios de protección y asistencia CPP Group Spain elaboró un informe similar en el año 2014, en el que tan solo el 52% de los encuestados consideraba los perfiles en redes sociales como dato personal. Si bien es cierto que, cinco años después, cada vez son más los que reciben este tipo de información como datos personales y son conscientes de la importancia de la privacidad en estos canales. Sin embargo, todavía el 34% de los españoles no lo considera información personal.
Entre ellos, las personas con edades comprendidas entre los 25 y los 49 años representan las generaciones menos concienciadas sobre el uso de las redes sociales; mientras que el 81% de los jóvenes de entre 18 y 24 años y el 71% de los adultos de entre 50 y 59 años consideran que estos canales contienen información personal y privada y, por lo tanto, deben considerarse dato personal.
Las fotografías son otro de los elementos que los españoles apuntan como menos relevante a la hora de identificar sus datos personales. El 29% de los encuestados no considera que estas puedan tratarse como dato personal, una cifra que presenta porcentajes mayores a medida que la población envejece, siendo de nuevo los más jóvenes, de entre 18 y 24 años, los más concienciados con el uso de las mismas.
“Es imprescindible proteger nuestra información y entender que esta ya no solo queda guardada en nuestros dispositivos físicos, sino también en la nube, en un servidor externo o en una red social. En ese momento nuestros datos personales pasan a estar en manos de terceras personas. Y es aquí donde, en cierta medida, dejamos de tener el cien por cien del control de nuestra propia información”, concluye Javier.
Aunque los datos del Estudio “Vida Digital” de la compañía muestran que aún falta educación sobre la concienciación de la seguridad personal en el ámbito online, sí que apuntan a una mayor concienciación en las nuevas generaciones; un cambio de mentalidad que debe llevarnos a considerar la información digital como un activo personal, que se debe de proteger tanto o más que un Smartphone.