En el marco de Proofpoint Protect 2025, evento referente en ciberseguridad que está teniendo lugar en Nashville (Tennessee), pudimos asistir al panel AI in Human-Centric Security, en el que Michael Frendo, Chief Technology Officer, y Dan Rapp, Chief AI & Data Officer de Proofpoint, desgranaron el avance de la inteligencia artificial y su impacto en la ciberseguriad y la transformación de los entornos digitales, y como esto ha convertido la ciberseguridad en un desafío cada vez más complejo.
Durante la última presentación, ambos ejecutivos explicaron los pilares del enfoque innovador que desde Proofpoint busca combinar tecnologías avanzadas, mejores prácticas y un entendimiento profundo del factor humano en la protección contra amenazas globales. La sesión abordó tres grandes áreas: la excelencia en la protección como base de una propuesta de valor, el uso de la inteligencia artificial y de los sistemas operativos como multiplicadores de ayuda para los analistas, y finalmente, la forma en que los clientes son acompañados en su experiencia de seguridad mediante controles, políticas y prácticas mejoradas.
La excelencia en la protección, una prioridad para las empresas
En primer lugar, Michael Frendo, subrayó que la identidad competitiva de Proofpoint se sostiene en la excelencia a la hora de defender a las organizaciones frente a posibles ataques. “Ese es nuestro nexo principal, básicamente nuestra cuota de mercado”, señaló el portavoz, enfatizando que se trata de un elemento diferenciador que genera confianza y legitimidad en sus clientes.
Una protección que no se limita a prevenir amenazas, sino a asegurarse de que cada capa de seguridad aporte visibilidad y capacidad de respuesta. En este contexto, los ejecutivos destacaron su enfoque de detección progresiva: comenzar con medidas simples, avanzar hacia capacidades más robustas y finalmente escalar hacia modelos sofisticados que integren inteligencia artificial.
La Inteligencia artificial como motor de detección y respuesta
Uno de los elementos que ocuparon mayor espacio en la presentación fue el papel decisivo de la IA en la seguridad actual. Los voceros detallaron cómo el aprendizaje automático y los modelos de análisis de sentimientos permiten no solo identificar patrones sospechosos, sino también comprender mejor los correos electrónicos fraudulentos y automatizar la clasificación de riesgos.
Entre las ventajas señaladas por Michael Frendo y Dan Rapp pudimos comprobar:
• Capacidad para procesar grandes volúmenes de correos electrónicos y comunicaciones digitales en tiempo real.
• Adaptación dinámica, ya que los modelos se actualizan frecuentemente ante nuevas técnicas de ataque.
• Comprensión contextual más amplia (por ejemplo, diferenciar entre un mensaje legítimo de colaboración y un intento de phishing sofisticado).
Además, se dejó claro que la IA no solo protege a las personas, sino que también combate el robo de datos, uno de los problemas más críticos para empresas y gobiernos.
La estrategia de la firma no se limita al enfoque reactivo. Una de las afirmaciones más interesantes fue el compromiso con lo que denominaron “daño ofensivo”: métodos para descubrir posibles problemas antes incluso de que lleguen al usuario final. Así, mencionaron la capacidad de detener correos electrónicos maliciosos antes de que entren en el buzón, marcarlos, cuestionar su legitimidad y reforzar la pedagogía en el usuario. Esta filosofía busca combinar prevención tecnológica con educación y concienciación, dando a entender que el vector humano sigue siendo el más vulnerable.
Aprendizajes sobre correos electrónicos aplicados a nuevos entornos
Históricamente, el correo electrónico ha sido uno de los principales campos de batalla principal de la ciberseguridad. Proofpoint reconoce que este canal sigue siendo vital, pero alertó sobre la necesidad de extender las lecciones aprendidas a otros vectores emergentes de ataque como:
• Aplicaciones de mensajería (WhatsApp, SMS).
• Plataformas de colaboración (Slack, Teams).
• Redes sociales y entornos de comunicación rápida.
• Incluso navegadores, descritos como “ventanas expuestas” a múltiples riesgos.
El navegador, en particular, se señaló como un área crítica que requiere atención inmediata, dado que concentra tanto datos corporativos como interacciones personales.
Uno de los mensajes centrales de la sesión fue sobre el concepto “Force Multiplier” para analistas de seguridad. En un contexto en el que los equipos humanos suelen estar saturados de alertas, contar con sistemas de IA que prioricen, correlacionen incidentes y automaticen respuestas representa una ventaja competitiva clara.
Modelos de IA: más allá del lenguaje natural
Otro aspecto relevante de la jornada fue la explicación del marco de desarrollo de modelos de IA. Proofpoint no solo se enfoca en modelos de lenguaje amplio (LLMs), sino también en elementos visuales, contextuales y de interacción. Según la presentación, el futuro pasa por sistemas que combinen Inteligencia conversacional, aprendizaje en entornos interactivos y capacidad de autonomía para planificar y ejecutar respuestas. Esta evolución plantea un escenario en el que los agentes de IA puedan operar más allá del rol de “asistentes” y convertirse en socios activos en la defensa digital.
Colaboraciones estratégicas y alianzas
La presentación también sirvió para anunciar nuevas alianzas de Proofpoint en el sector de la seguridad digital. Destacando en este sentido los acuerdos con Microsoft y CrowdStrike, orientados a reforzar la integración de sensores, plataformas de monitorización y sistemas de puntuación de riesgos (como la “Fusion Score”). Estas colaboraciones buscan garantizar entornos más sólidos y conectados, donde la inteligencia compartida fortalezca la postura defensiva. Según los portavoces, la ciberseguridad “es un deporte de equipo” y ninguna organización puede afrontarla de manera aislada.
La confianza como elemento esencial
Más allá de la tecnología, la compañía remarcó que la clave del presente y del futuro está en garantizar la confianza en las interacciones digitales. Ya sea entre empleados, sistemas o agentes automáticos, cualquier comunicación debe cumplir tres requisitos básicos: integridad, fiabilidad y seguridad.
Esto implica diseñar herramientas que no solo bloqueen amenazas, sino que aseguren que la experiencia del usuario no se degrade, y que las relaciones digitales se construyan sobre un marco ético y confiable.
El rol del factor humano en la IA
La presentación concluyó con una reflexión: aunque la IA se encargue de procesar datos y responder a amenazas, el factor humano va a seguir siendo imprescindible por varios motivos como:
• La supervisión de los resultados para evitar falsos positivos o interpretaciones erróneas.
• La toma de decisiones críticas en escenarios ambiguos.
• La definición de principios éticos que guíen el uso de la tecnología.
En otras palabras, el futuro de la ciberseguridad no será puramente algorítmico, sino híbrido: humanos y máquinas colaborando en una lucha constante contra amenazas globales.