La financiera JPMorgan Chase avisa de una posible filtración de datos, aunque alega se debe a un error técnico interno y no a un agente externo
Las filtraciones de datos está siendo tema recurrente estos últimos días. A la conocida noticia de T-Mobile y su filtración masiva (tema que va para largo), debemos añadir una más relacionada con una financiera de talla mundial. Hablamos de JPMorgan Chase. Hay una pequeña diferencia en comparación con el caso de T-Mobile; el primero fue un ciberataque orquestado para vender los datos robados. En esta ocasión, según ha informado la financiera, se ha debido a un «error técnico«. Al parecer, la información personal de algunos clientes habría llegado a otros clientes de la financiera por error. Como es evidente, el JPMorgan Chase ya se ha puesto manos a la obra para informar a los clientes. De hecho, los datos filtrados han podido verse en chase.com o en la app para smartphones Chase Mobile. La financiera JPMorgan Chase avisa de una posible filtración de datos.
Entre los datos filtrados estarían: saldos y datos de transacciones, y nombres y números de cuenta. La financiera ha puesto en marcha una investigación para esclarecer lo sucedido, no encontrando indicios de agresión externa. JPMorgan ha emitido un comunicado asegurando que los clientes no serán víctimas de actividades fraudulentas. En cualquier caso, si por un casual se identifica alguna actividad anómala, se le pide al cliente ponerse en contacto con la empresa. Además, se recomienda revisar la configuración de su cuenta y las transacciones vía chase.com y Chase Mobile. De momento, el banco no ha proporcionado más detalles sobre la filtración de datos, como por ejemplo el número de clientes afectados. Sí han comentado que todos aquellos afectados contarán con un servicio de seguimiento crediticio gratuito durante todo un año.
Posibles consecuencias de una filtración de datos
Las consecuencias de una filtración de datos pueden llegar a ser de una gravedad extrema. Por supuesto, todo ello dependerá de los tipos de datos filtrados, quién está detrás de la actividad ilegal, cómo son los sistemas de defensa informáticos de la empresa afectada, etc. Podemos hablar de un problema con un impacto mínimo, o de uno que pueda causar un gran perjuicio a los clientes. Suplantación de identidad, extorsión para recuperar datos, uso indebido de cuentas, robo de dinero… Para evitar que suceda una situación de esta índole, ya sea por un error técnico o un agente externo, las compañías deben contar con expertos en ciberseguridad (CISO). Además, los trabajadores deben estar altamente concienciados de la situación actual y vigilar qué hacen, cómo lo hacen, etc.