La mayoría del ciberacoso ocurre en plataformas de redes sociales como Instagram, Facebook, TikTok y Twitter, así como en plataformas de juegos.
El ciberacoso, definido como una forma de acoso realizado por individuos en línea, incorpora una variedad de comportamientos agresivos y tóxicos, incluyendo el troleo, la ridiculización, la suplantación de identidad, la difusión de mentiras o desinformación sobre otros, el acecho y el envío de mensajes amenazantes.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), España ha experimentado un preocupante número de casos graves de acoso escolar entre enero de 2021 y febrero de 2022, alcanzando la cifra de 11.229 incidentes.
Internet brinda a los ciberacosadores muy pocas restricciones de tiempo para acosar constantemente a las víctimas, pero, lo más importante, les otorga anonimato y la falsa creencia de que sus acciones no tienen repercusiones en la vida real.
Los últimos estudios muestran algunas estadísticas preocupantes:
- El 46% de los adolescentes estadounidenses de 13 a 17 años han sido acosados en línea.
- El 41% de los adultos estadounidenses ha experimentado algún tipo de ciberacoso.
- El 60% de los usuarios de Internet ha experimentado o ha sido expuesto al acoso y hostigamiento en línea.
- La mayoría del ciberacoso ocurre en plataformas de redes sociales como Instagram, Facebook, TikTok y Twitter, así como en plataformas de juegos.
Los efectos del ciberacoso en la vida real pueden ser a largo plazo y afectar tanto a niños como a adultos. Desde dificultades para encajar, ansiedad, depresión, problemas académicos, aislamiento e incluso trastornos del sueño y la alimentación, el impacto del ciberacoso puede sentirse a nivel emocional, físico y mental.
Indicadores de ciberacoso
- Ausencia de participación: Los niños acosados evitan ir a la escuela y muestran desinterés en las actividades escolares, lo que se refleja en la disminución de su rendimiento académico.
- Desvinculación emocional: Experimentan una baja autoestima y evitan el contacto con sus compañeros, alejándose de la vida social.
- Cambio en la personalidad: El acosado puede mostrar cambios de humor, irritabilidad o tristeza, así como alteraciones en la alimentación y el uso de redes sociales.
- Expresiones físicas: El lenguaje corporal revela miedo a la soledad y ataques de pánico. También pueden presentar insomnio, pesadillas y, en casos extremos, lesiones físicas, pérdida o daño de sus pertenencias.
«Nansi Lungu, analista de comportamiento de Bitdefender, explica: «La mejor manera de contrarrestar el ciberacoso es prevenirlo desde el principio o, al menos, intentar detenerlo al principio. Mantener un equilibrio emocional puede protegerte de sus efectos o reducirlos al mínimo. Como cualquier otro abuso emocional, el ciberacoso se desarrolla cuando las personas se sienten aisladas o tienen vulnerabilidades emocionales».