A veces las redes sociales pueden ayudarnos a conseguir popularidad, fama y por tanto, dinero. Otras veces, el rol de influencer puede jugarnos malas pasadas. Es el caso de Gina, una influencer a quien retransmitir su vida por redes sociales no le salió muy rentable.
El comienzo
La influencer de la que hablamos, Gina, es una joven periodista quien ama la moda y sobre todo las nuevas tecnologías. De esta fantástica combinación surgió la idea de intentar trabajar en redes sociales para convertirse en influencer del sector. Uno de los motivos principales que incentivo a nuestra protagonista introducirse en este mundo, era el no encontrar trabajo como periodista.
Objetivo: Ganar Seguidores
Instagram fue la red social elegida por Gina para introducirse en el mundo de los influencers. De esta manera fue publicando diferentes actividades rutinarias de su día día como por ejemplo cuando iba de compras, al cine o cuando iba a cenar con un amigo.
Así, la vida de Gina iba siendo cada vez más conocida, se iba forjando su propia marca personal como una chica que crea tendencias en las redes. Pero sus publicaciones no eran suficientes por lo que decidió abrir su perfil públicamente para todos los usuarios de la red social e igualmente comenzó a publicar vídeos en directo a través de las historias de Instagram (Instagram Stories), lo cual significó un gran impulso en cuanto a likes, followers y comentarios.
En ese momento, la vida de Gina era totalmente pública y su perfil de Instagram describía cada momento de su vida, desde por la mañana hasta por la noche. Igualmente, es importante destacar que Gina incluía todas las ubicaciones en sus publicaciones por lo todo el mundo podía saber en que lugar del planeta se encontraba en cada momento.
El tiempo fue pasando, su trabajo intensificándose y al final, nuestra protagonista se convirtió en una influencer. Y es que, Gina comenzó a recibir ofertas de empresas las cuales le ofrecía sus productos a cambio de publicidad. Todo marchaba sobre ruedas y nada parecía poder estropear el momento que estaba viviendo como influencer del sector de la moda.
¿Qué pasó? Demasiada información publicada
Lo que le ocurrió a Gina le podría ocurrir a cualquier otra persona, se dedique o no a las redes sociales aunque en su caso, el motivo quizás fuera su intensa actividad en las mismas.
Un día Gina publicó en su Instagram los billetes de viaje, una fotografía que mostraba tanto la fecha de ida como la de vuelta. Igualmente, durante su viaje estuvo publicando fotografías de los lugares que visitaba. Al llegar a casa, se encontró que la puerta de su vivienda había sido forzada y habían entrado a robar.
Gina no guardaba nada de valor en su casa ni aparentemente tenia ningún enemigo al igual que tampoco vivía en un barrio exclusivo ni caro. La policía por tanto acentuó el móvil en la intensa actividad que ella había tenido en las redes, actividad mediante la cual muchas personas que ella misma ni conocía, tenían a acceso a esa información sobre ella, es decir, sabía done estaba, lo que guardaba en casa, y cuando volvería.
Tras casos como estos es cuando de nuevo nos volvemos a preguntará ¿salen rentables los followers?